COLABORACIÓN INVITADA

Negativa del gobierno de EEUU al rescate bancario: ¿Fin del neoliberalismo?

Por si fuera poco, a la crisis económica y la ola inflacionaria que azota al mundo desde el 2022, ahora hay que sumarle el episodio de crisis en el sistema financiero de nuestro vecino del norte con el anuncio de quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), a la par del cierre de otro banco, el Signature Bank de Nueva York.

Aunque el presidente estadounidense Joseph Biden ha llamado a la calma ante tales hechos y asegurado a sus conciudadanos que deben tener confianza en que sus depósitos están a salvo en el sistema bancario estadounidense, la realidad asusta, pues nos recuerda al inicio de la gran crisis financiera de 2008 con la bancarrota de Lehman Brothers, banco de inversiones, como el clímax de la gran burbuja hipotecaria.

Es de conocimiento público la relación de las micro y macro economía norteamericana con la corrida crediticia de su sistema bancario. Muchas familias, por ejemplo, tienen más de una hipoteca y varios créditos pendientes de pago entre automotrices, personales o de inversión. Es más, mucho antes incluso de formar una familia o insertarse a la vida económicamente activa, los estadounidenses tienen que contraer créditos llamados "Universitarios" para poder costear la educación superior que en aquel país no es gratuita y por el contrario, sí, muy costosa.

Colectivamente se calcula que los norteamericanos deben 1.73 billones de dólares, sólo de este último tipo de crédito. Para darse una idea del tamaño de esa deuda, el PIB mexicano ronda hoy los 1.28 billones de dólares.

Pero el problema surge con los tenedores de esas deudas: los bancos. Estas instituciones en Estados Unidos tienen una regulación muy precaria impulsada por la idea capitalista de la "mano invisible" que asegura que entre menos regulado esté el mercado, mayor desarrollo económico persistirá. Ante dicha idea, los bancos pueden hacer y deshacer como quieran con la deuda y el dinero de sus compatriotas. Al final, terminan empleando más dinero del que deben utilizar, y cuando los inversionistas y cuentahabientes comienzan a darse cuenta, ocurre la pesadilla: el retiro de sus inversiones y depósitos que lleva al colapso de sus fondos. Esto es lo que, precisamente, ocurrió con el par de bancos que se han declarado sin liquidez.

Sin embargo, Joseph Biden ha manifestado con bastante firmeza, que durante su administración no habrá rescates financieros que afecten a los contribuyentes -como sí lo hicieron en el 2008-. Por lo que el pago a los acreedores del SVB y el Signature Bank, saldrá del Fondo de Garantía de Depósitos pagada por los mismos bancos. Además, del cese inmediato de las directivas de los bancos y la investigación de sus manejos al interior de los mismos.

De lo anterior debemos cuestionarnos lo siguiente: ¿Por qué los principales impulsores del capitalismo en el mundo, han decidido no seguir su propio manual para el manejo de las crisis financieras? Según sus propias recetas, es necesario volver pública la deuda privada de los bancos para proteger la economía -como lo hicieron ellos en el 2008 o incluso, como lo hicimos aquí en México en 1994, con el FOBAPROA-.

Será que la máxima neoliberal de "individualizar las ganancias y socializar las perdidas" ¿ha dejado de ser vigente? Pareciera ser que el presidente de los EEUU, Biden, comienza a seguir la política económica impulsada en México por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la crisis causada por el COVID19 resumida en: Cero rescates a los más ricos.

El "Humanismo mexicano", propuesta teórica de nuestro presidente, parece ahora, traspasar fronteras.