Comentarista invitado
18/08/2025
Lo político en Luisito
Hoy me preguntaron que opinaba sobre las declaraciones de Luisito comunica; un tema relacionado a con el poder simbólico. Desde hace poco más de 9 años en México y LATAM, toda la información disponible estaba controlada por monopolios empresariales (Televisa y TV Azteca en México).
El monopolio que construyeron la televisión y medios de comunicación tradicionales, propagó lo que los gobiernos necesitaban sostener en su status quo. Hacia 1994 una serie de contra narrativas y fenómenos sociales, comenzaron de surgir en México y LATAM, para 2010 la hiperconexión transformó la batalla cultural a un nivel Orwelliano. Se consolidaba la estructura de la RRSS, un proyecto que prometía una libertad diferente y que cautivó a la generación milenial.
Del 2010-2013 en México nacen los youtubers y el emprendedurismo que prometieron el sueño de economías creativas-culturales, en un mundo donde los milenial aseguraban ser la generación más ¨preparada¨ (como si el sistema político económico no influyera y definiera casi todo). Así Google-Facebook se homologaron a lo que serían; Walt Disney, Hollywood, Century Fox, CNN, etc. Es decir, se creó un neo-monopolio de difusión para la narrativa hegemónica cultural de EUA. El algoritmo estaba a por definir identidades, realidades y percepciones.
Respecto a Luisito, la pregunta obvia es: ¿qué función hace un Youtuber? La ingenuidad diría que es informar; filosóficamente, informar es describir un hecho. Los contenidos de Luisito y muchos Youtubers profesionales, no informan sino editan, enmarcan y construyen un imaginario cultural, una postura y opinión sobre un tema (aun cuando simulen non hacerlo). Los massmedia del pasado, disimuladamente, también construyeron un imaginario (y editaban o montaban noticias).
Los discursos y narrativas nos posicionan en el mundo político inevitablemente, ya sea como actor o receptor. Así, de forma ingenua o consciente, comunicar visualmente contribuye a la política de la percepción que hoy impera a través de los nuevos medios hegemónicos (youtube, tiktok, snap), los cuales considero, auténticos usurpadores de nuestros sentidos (y criterio). Sociológicamente se sabe que la imagen consumida influye, se internaliza y construye lo que somos. Youtube (tiene muchos tipos de contenido) aunque es un RRSS clásica, preserva el "quién dice qué", o sea: quién o quiénes poseen facultad para la potestad (del latín "potestas"; poder) de enunciar –y señalar- la realidad y sus verdades. Se suele olvidar u omitir el hecho de que nada parecido a la "verdad como doxa" en sentido absoluto es plausible. Por otro bando, una forma de dominar el mundo, si me permito la aclaración filosófica, es desde la interpretación. Cuando la percepción de un status quo se normaliza desde la información presentada no estamos ante una descripción, sino ante un reforzador cultural hegemónico. Y ésta buscada potestad en likes y views es la que disimuladamente se articula en todo el mundo profesional de influencers incluyendo a Luisito Comunica.
El soft power de las RRSS -radica en que- son capaces de hacer ver y definir qué es o a dónde debe ir la normalidad (imaginarios políticos) que, aunada a la inmediatez ha modificado las prácticas y conductas culturales. Hoy vivimos las imágenes de la cultura y esas imágenes se construyen como ideologías; la realidad se ha tornado una simulación de experiencias de consumo mediático antes que un ejercicio reflexivo.
La cuestión a con Luisito y los influencers es que detentan un estatus mediático omnitemporal, pues crean continuamente nuevas audiencias gracias a un algoritmo a través de las RRSS. Al no contar con una reglamentación sobre sus límites mediáticos, políticos y éticos, ellos se autodefinen como ciudadanos en libertad de expresión; sociológicamente están en doble categoría ciudadano/influencer, su estatus cultural-político-mediático es superior, este estatus los dota de privilegios (reales) en muchas esferas que, un ciudadano común no tiene.
Cuando un contenido puede modificar la percepción del otro o provocar una determinada conducta nos encontramos indudablemente ante una posición de poder, todo actor social o figura pública detenta una responsabilidad mayor a por la posición cultural y política que le otorgan sus audiencias y las intenciones de esta a con ellas. (@osevih)
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