Coordinaciones regionales, estrategia del futuro gobierno para la seguridad

Coordinaciones regionales, estrategia del futuro gobierno para la seguridad

*Esperan en estados el plan AMLO para definir sus programas

*Coordinaciones, se aplicarán en todas las áreas y sectores

*Operatividad policiaca, pero también mejores condiciones de vida

SI HAY SEGURIDAD habrá inversión y generación de empleos, reiteró Adán Augusto López Hernández durante su reciente visita a Macuspana. Es el momento de dar un golpe de timón en esta y otras materias, sostuvo. Le comentaba en mi colaboración de ayer que a mediados de este mes el presidente electo Andrés Manuel López Obrador presentará oficialmente su estrategia de seguridad; lo que se haga en los estados y municipios deberá estar necesariamente coordinada con los planes de la federación. 

Uno de los últimos intentos realizados por la administración que concluye frente a la explosiva impunidad y criminalidad fue la aplicación de una Ley de Seguridad Interior, que regule la intervención de las fuerzas armadas en acciones contra la delincuencia y para garantizar el orden público; sin embargo está frenada en espera de una resolución de la Suprema Corte.

MANDO ÚNICO O UNIDO

LÓPEZ Obrador ya adelantó que en lugar de la polémica Ley a partir del primero de diciembre habrá un mando único: “vamos a unificar a todas las fuerzas: la Marina, el Ejército, la Policía Federal, las policías estatales, municipales, va a haber coordinación, porque ahora todas las corporaciones actúan por su cuenta” (Acapulco, Guerrero, 03/X72018).

Se sabe que uno de los pilares del plan federal de AMLO es la división del país en 265 regiones con un coordinador de seguridad para cada una. A reserva de que se oficialice el anuncio, tiene previsto desplegar entre 300 y 600 elementos del Ejército, Policía Federal y Marina, según el nivel de población e incidencia delictiva de cada zona. Se trata de una especie de Bases Operativas Mixtas (BOM).

Durante una gira por Tamaulipas (17/X/2018), López Obrador refirió que su propuesta “surge de mi experiencia cuando fui Jefe de Gobierno, creamos en su momento 70 coordinaciones regionales para atender el problema de la inseguridad y la violencia, y en cada coordinación regional trabajan de manera conjunta organizada todas las corporaciones y hay un mando único, eso mismo que nos funcionó cuando fui Jefe de Gobierno, la vamos a aplicar a nivel nacional”.

De hecho, el esquema de coordinaciones será la característica del futuro gobierno federal. Así, por ejemplo, se anunciaron 32 coordinaciones estatales que sustituirían a los delegados federales; en las propias entidades habrá otras coordinaciones regionales para sumar un total de 264 en todo el país. Así también habrá 132 coordinaciones regionales indígenas.

RESISTENCIAS E INERCIAS

EN TABASCO el mando único no tendría mayor obstáculo, ya que tanto el gobierno estatal como 15 de los 17 ayuntamientos estarán los próximos años encabezados por autoridades surgidas de Morena, el partido de AMLO. Lo mismo sucederá en por lo menos otras cinco entidades donde es mayoría y tiene las gubernaturas: Ciudad de México, Chiapas, Morelos y Veracruz.

Las habilidades como negociador de Alfonso Durazo, futuro titular federal de Seguridad, serán puestas a prueba en los restantes 27 estados; aunque también la propia necesidad de combatir a la delincuencia organizada los hará más proclives a colaborar.

En el caso de Tabasco, desde septiembre de 2013 los presidentes municipales y el gobierno encabezado por Arturo Núñez suscribieron un Convenio de Coordinación y Colaboración para el establecimiento del mando único. Este mecanismo fue propuesto por primera vez en octubre de 2010 durante la administración de Felipe Calderón. La iniciativa enviada al Senado quedó en suspenso debido a consideraciones políticas y económicas. Los gobiernos estatales y municipales se negaron a ceder el poder que significa tener el control de los cuerpos policiacos, además de que temían dejar de recibir los subsidios para seguridad.

Las circunstancias han cambiado, aunque habrá que esperar el detalle del plan de López Obrador de donde derivarán las decisiones que se tomen en Tabasco y en todo el país.

Aunque en la entidad la interrogante en los medios es quién ocupará la Secretaría de Seguridad así como la presidencia del Tribunal Superior de Justicia –sin descartar un posible relevo adelantado en la Fiscalía estatal-, lo determinante serán las acciones previstas. No tanto quién lo vaya a hacer sino qué deberá hacer.

Dijo López Obrador: “Vamos a buscar que participen los gobernadores, y las autoridades locales, pero estamos primero definiendo lo que es el gobierno federal; los elementos que se cuentan para enfrentar el problema de inseguridad y de violencia. Les aclaro que el 70% de toda la estrategia para garantizar la paz y las causas que original la inseguridad y la violencia, va a ser crecimiento económico, empleo, va a ser atención a los jóvenes, va a ser educación, va a ser bienestar”.

El otro 30 por ciento “tiene que ver con los coercitivo, es más las estrategias para que se actúe con eficacia, que se actúe con coordinación entre todos los cuerpos policiacos, militares, no el desorden que se ha venido presentado, (…), desde luego no permitiendo la corrupción en corporaciones policiacas, pintando muy bien la línea divisoria, la frontera entre autoridades y delincuencia” (El Economista, 17/X/2018).

AL MARGEN

LA CRIMINALIDAD ha llegado a tal punto que ayer en plena sesión de la Cámara de Diputados federal, la legisladora Carmen Medel Medina se enteró del asesinato de su hija Valeria de 22 años. El homicidio sucedió en Veracruz, uno de los estados con mayor impunidad y violencia en el país. Una espiral delictiva que debe ser frenada. (vmsamano@hotmail.com)