COVID-19, extremar precauciones en el retorno; el virus no se ha ido, hay más focos de infección

*El regreso a las calles, la etapa más riesgosa; población vulnerable *En el 2021, ¿solo dos frentes electorales: conservadores y liberales

EN EL RETORNO a las actividades productivas en medio de la pandemia se vive la etapa más compleja: si antes sólo se pidió “quédate en casa”, ahora se requieren una serie de conductas y procedimientos con orden, disciplina y solidaridad. Al mismo tiempo se pone a prueba la capacidad de respuesta del sistema hospitalario de todo el país. El confinamiento fue el mecanismo más eficaz recomendado por las autoridades; el desconfinamiento ocurre cuando se han multiplicado los puntos de contagio.

Como se sabe, son varios factores los considerados por la Secretaría de Salud federal para calificar la posibilidad de reapertura en la llamada “nueva normalidad”, o normalidad a secas. Uno de ellos, determinante, es la ocupación hospitalaria: si es mayor es mayor al 65% o si se registran dos semanas de incremento estable en los casos registrados de contagiados, el indicador epidémico se queda en rojo; si la ocupación hospitalaria es menor al 65% y se registran dos semanas de tendencia a la baja, pasa a anaranjado. Ninguno es definitivo, como lo acabamos de observar en la Ciudad de México y Tabasco que ya teniendo la clasificación naranja –más por motivos políticos y económicos que sanitarios-, regresaron al señalamiento en rojo.

En los estados que tienen permitido, o recomendado, abrir actividades hasta el viernes pasado serán 17; siguen en alerta máxima (o deben seguir) 15 entidades, incluido Tabasco. Para cada estado también hay características particulares. Así, por ejemplo, en el territorio tabasqueño los municipios que estarían bajo vigilancia especial serían Centro (con su capital Villahermosa), Nacajuca, Cárdenas y Macuspana. Evidentemente no hay que perder de vista a las localidades que comparten límites geográficos con Villahermosa y a las que se ubican en la ruta del petróleo y la ruta del sureste.

LECTORES OPINAN

NO HUBO barreras de bioseguridad. No hubo confinamiento selectivo al inicio de los contagios del coronavirus, tampoco hubo un confinamiento escalonado y organizado; se promovió un encierro masivo por países…pero sin reglas claras, sin disciplina y sin objetivos claros, que fueran asumidos por autoridades y población. Tampoco existió un protocolo de acciones que garantizaran la baja movilidad y evitaran el riesgo de concentración de personas. Hay que ser optimistas, pero las expectativas no son halagüeñas.

Tales son los comentarios de un amable lector, estudioso de los fenómenos sociales y varios de cuyas observaciones han sido certeras. Así, por ejemplo, advierte que la etapa de la reapertura de actividades –necesaria, pero quizá en otras condiciones- es la más delicada: un error de cálculo puede disparar la epidemia y hacer insuficientes las camas de hospital y el personal sanitario.

Con el agravante de que a estas alturas ya se han destinado cuantiosos recursos a dotar de equipo material y humano a los puestos sanitarios en todo el país. Si bien el gobierno federal ha logrado combatir los rezagos heredados, también se encuentra en una situación compleja: el nuevo sistema de asistencia universal (Insabi) está apenas en proceso de creación para sustituir al anterior (Seguro Popular), al mismo tiempo que hay regiones del país con un grave déficit. No resulta extraño que las autoridades de municipios en Oaxaca, Chiapas, Veracruz, entre otros hayan tomado medidas drásticas y a veces desesperadas.

OTRO lector y conocedor de la situación nacional advierte: No hemos controlado la epidemia. No hay que confundir los deseos con la realidad. Este virus no se mueve con la voluntad, la fe o el optimismo de las personas, tiene su propia dinámica.

Insiste: “hay un esfuerzo notable, pero no se están haciendo las cosas correctamente. Se necesita una respuesta de conjunto, coordinada, integral. Un planteamiento parcial no sirve, porque esta epidemia arrollará aprovechando los errores o el exceso de confianza”.

Abunda: “Rezando por milagros, o ignorando el riesgo no se resolverá la epidemia. Aquí, ni la virgen nadie interviene. Ninguna religión es efectiva ante una situación de esta naturaleza. Lo que sucede en el mundo es una muestra de lo que nos espera. Brasil es el caso más dramático ahora en América Latina”.

¿Propuestas? Un tema que abordaremos…

ADIÓS A LAS IDEOLOGÍAS

¿HABRÀ sólo dos coaliciones partidistas compitiendo en las elecciones del 2021? Parecería que esa ruta llevan Morena y el PAN, a propósito de que AMLO afirmó que los opositores a la Cuarta Transformación  buscan hacer un frente común en su contra. Estaríamos ante un escenario, adelantó, de conservadores y liberales.

No hay duda que el PAN, segundo lejano lugar en las votaciones por la Presidencia en el 2018, pretende encabezar un bloque anti AMLO, para lo cual mantiene acercamientos con el PRD y Movimiento Ciudadano, así como con lo que queda de Nueva Alianza.

Morena, como ya se anunció, está construyendo una coalición con los partidos Del Trabajo y Verde.

¿Y el PRI? Aunque su dirigente Alejandro Moreno anunció que no descarta un frente único con el PAN y sus aliados, reclama para el tricolor una mayor tajada de los acuerdos porque –sostiene- es la oposición con más gubernaturas, un total de 12…pero los panistas y perredistas le recuerdan que en 2018 cayeron al tercer sitio.

No se descarta que algunos priistas realicen coaliciones formales o de hecho con grupos afines a Morena…una manera de reunir fuerzas contra Morena para el 2024. Cosas de la política. (vmsamano@hotmail.com)