Cuentas y cuentos

Falta poco para que Tabasco viva la cuarta transformación

Faltan pocos días para el cierre de la administración de Enrique Peña Nieto a nivel federal y de Arturo Núñez Jiménez a nivel estatal, mismos que serán reemplazados por los morenistas Andrés Manuel López Obrador a nivel federal, y por Adán Augusto López Hernández en el estado.

Los morenistas no han parado desde el día cuando se dio conocer sus triunfos. En el caso federal AMLO prácticamente desapareció al presidente en funciones, Enrique Peña Nieto, sosteniendo reuniones con actores nacionales e internacionales en miras al inicio de lo que él ha llamado la cuarta transformación de México.

El gobernador electo de Tabasco ha seguido el ritmo del próximo presidente y ha mantenido reuniones con diferentes sectores locales y con los futuros funcionarios federales.

A nivel local, López Hernández está en pleno proceso de entrega recepción con el actual gobernador, el cual se está realizando sin problema alguno y con amplia disposición del gabinete saliente.

De forma paralela al proceso de entrega recepción, el equipo del exsenador por Tabasco trabaja con los actuales funcionarios en la integración del próximo presupuesto de egresos del estado en la que se ha prometido una reestructuración del presupuesto estatal para un sexenio que se regirá por la austeridad.

En la parte federal el futuro gobernador ha presentado a los programadores del próximo sexenio federal las acciones que se priorizaran a partir del 1 de enero del próximo año para que sean considerados en el presupuesto federal siguiente.

Entre los proyectos que López Hernández ha presentado al equipo de AMLO son en su mayoría carreteros. En una primera etapa se tiene contemplado dos distribuidores viales: uno en Cunduacán y otro en Comalcalco.

Asimismo se terminará una de las obras carreteras pendientes de este sexenio federal cerca de la capital tabasqueña. La ´prioridad estatal se alineará al proyecto federal para la construcción de la refinería de PEMEX en el municipio de Paraíso.

En el próximo contexto local se seguirá apoyando la actividad petrolera por su importancia económica y de forma paralela se promoverán acciones para despretrolizar la economía tabasqueña, pareciera una contradicción, pero son acciones necesarias de realizar si tomamos en cuenta que el petróleo no es eterno.

De estos análisis del equipo adancista ha surgido el cuestionamiento de continuar con el Proyecto de la Zona Económica Especial, sobre todo cuando el presidente electo ha señalado su posible sustitución por zonas francas, una propuesta similar a las ZEE y porque la zona decretada en Tabasco es un área muy reducida y fragmentada en dos núcleos.

No será el único proyecto de la administración peñista que se cancelará a nivel local y nacional. Otros serán sometidos a consulta para legitimar su continuidad.

No es una ruptura con la anterior administración, pero si la evaluación de la factibilidad de las acciones rezagadas y sobre todo la reingeniería financiera que pasa por la reducción de gastos innecesario.

Se abrirá pasos a nuevos proyectos de alcances regionales como el Tren Maya, la siembra de un millón de hectáreas y la nueva refinería en Tabasco, esta última como parte de un programa de reactivación energética en la que se contemplan nuevas exploraciones petroleras, mucha de ellas en Tabasco.

El 1 de diciembre se abre un parteaguas en la historia de México presidido por un tabasqueño en la que el sur se alineara a los avances del norte del país mediante una mejor distribución de la riqueza.

Es la cuarta transformación.