CUENTAS Y CUENTOS

Ayer por la mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presento sus informes de los primeros 100 días de labores del nuevo gobierno federal. El de la cuarta transformación como él denomina a este sexenio.

Con altas y sus bajas. Con sus amores y desamores. Pero nadie puede negar que lleva un ritmo de trabajo poco antes visto. 

Desde antes de asumir la encomienda presidencial, el tabasqueño no paraba en recorrer el país junto a su equipo de transición para sacar a México de las condiciones en las que lo habían dejado los gobiernos neoliberales. Solo tenemos seis años para revertir el proceso ha dicho el de Macuspana.

No terminaba el 1 de diciembre cuando ya firmaba su primer acuerdo en el ámbito internacional con sus homólogos centroamericanos para el desarrollo de la región que permita a mediano plazo evitar que los habitantes de esta región migren hacia el país del norte.

El 3 de diciembre salió a los Estados Unidos el llamado avión presidencial para ser puesto en venta. Se ha cerrado la residencia oficial de los Pinos y las llamadas casas de descanso del titular del poder ejecutivo en el país.

En respuesta a una de las violaciones graves a derechos humanos en nuestro país se creó la comisión de la verdad sobre el caso Ayotzinapa.

A finales de diciembre inicio una de las campañas gubernamentales más importante en estos primeros 100 días. La eliminación del robo de hidrocarburo en las instalaciones de la empresa petrolera mexicana, PEMEX.

Ha demostrado en los hechos que su promesa de campaña de cero tolerancias a actos de corrupción va en serio. Obligo a sus colaboradores a hacer público sus declaraciones patrimoniales, a pesar de la resistencia de algunos.

Ya ha puesto en marcha sus programas sociales de becas a estudiantes de todos los niveles, para jóvenes que no estudian ni trabajan y se ha aumentado al doble la pensión a adultos mayores. Primero los pobres, dijo en campaña. Lo está cumpliendo.

También se han registrados algunas acciones polémicas como fue el proceso de creación de la guardia nacional desde el Congreso de la Unión. A pesar de haber criticado la militarización del país durante la campaña electoral, la propuesta de este cuerpo de seguridad priorizaba una titularidad militar. Con serios cuestionamientos nacionales e internacionales la cuarta transformación termino aceptando que la guardia nacional estuviera bajo un mando civil.

No ha sido los únicos temas en donde se ha generado polémica. Están la eliminación de los subsidios a organizaciones civiles, estancias infantiles y a refugios para mujeres que viven situaciones de violencia. En el último caso se rectificó y continuara fluyendo el apoyo a estos espacios de apoyo a las mujeres. 

A pesar de haberse colocado la primera piedra y una consulta popular, sin ninguna valides legal, la refinería a construirse en el municipio de Paraíso sigue en total secrecía que ha descontrolado a empresarios y a ciudadanos. 

Hasta ahora no existe un proyecto ejecutivo de la refinería, ni del tren maya. Dos de las grandes obras emblemáticas de la cuarta transformación a realizarse en el sureste de México. Dos ventanas de oportunidades que se presenta a la actual administración federal.

Durante el cierre de su primer corte de acciones, el tabasqueño ratifico su compromiso de su administración con los más pobres de este país: “Aunque nos quedemos sin camisa, aunque pasemos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana, estos apoyos se seguirán entregando a quienes lo necesiten. 

Es la cuarta transformación.