De dimensiones de seguridad nacional y gobernabilidad

De dimensiones de seguridad nacional y gobernabilidad

Se ha dicho y documentado que el mandatario nacional conoce como nadie el territorio mexicano, por ello no debe ser extraño que particularmente, en sus interminables recorridos haya recogido miles de anécdotas, historias y hasta constancia de que en materia de atención y servicios de salud, el gobierno -del color e ideología que sea- no ha dado el ancho, como coloquialmente dice el pueblo; su diagnóstico siempre fue reiterativo y claro: “los principales males que aquejan al empobrecido pueblo de México, son producto de la desmedida CORRUPCIÓN Y SAQUEO al amparo del poder”, también nunca dejo de decir airadamente desde los templetes que existía un vil, descarado e inhumano mal manejo del dinero para comprar medicinas e insumos hospitalarios. Lo cierto es que no se goza de una infraestructura, personal e insumos suficientes para atender los extendidos males físicos que aquejan a un amplísimo segmento de la población. 

Es por ello que la carga y responsabilidad generada por el MANOTAZO que gesto el INSABI, para enterrar al que no era seguro ni popular es de dimensiones hasta de seguridad nacional y de gobernabilidad; el multi-mentado INSABI tuvo el sello de la casa, ósea un arranque polémico, al grado de que el Presidente de México tuviese que poner el pecho ante la ebullición, calado y dimensiones de los señalamientos de diversos actores políticos y de la sociedad misma, sin duda hasta los propios deberán reconocer que el tema de la posible rifa del avión presidencial, fue una bocanada y un coincidente distractor, que permitió enfriar el álgido debate; hay quienes dicen que el paisano Juan Ferrer ya no veía lo duro, sino lo tupido.

En la entrega de la semana pasada decíamos que era urgente (para Ferrer) echar mano de su cercanía con Palacio Nacional porque el tema retumbo en todo México, por lo que hábil como es, el Director General se puso las pilas para ir equilibrando lo que muchos llamaron un desastre, pero también es ampliamente conocido que la fortaleza de los políticos, y más en los tiempos actuales, se refleja en el manejo de crisis, obviamente el titular del INSABI tiene un gran maestro como jefe. 

El tamaño de la encomienda y la presencia de resistencias naturales, ponen en alto riesgo a cualquier funcionario o cuadro político, lejos de la capacidad, virtud profesional y olfato público-político de los que goza Ferrer Aguilar, se debe entender que tiene el reto de su vida, ya que además de estar en ligas mayores en un tema prioritario para la 4T, esta en la conducción de una política pública toral para el desarrollo y progreso de la nación, en su escritorio pues, Don Juan Antonio despliega y lo seguirá haciendo, el bienestar, el mejoramiento de la salud, de las vidas de millones de mexicanos, así de grande y compleja es la tarea.

Por lo pronto, el despliegue del INSABI al parecer no está ajeno de la aceptación y confianza que para los mexicanos representa casi todo lo que impulsa AMLO, ya que, según una encuesta publicada por EL FINANCIERO, reflejó que la mayoría de los encuestados vía telefónica, manifestaron su confianza en que la nueva modalidad atenderá más y mejor, y que dotará de mayor abasto medicamentos que el Seguro popular. El INSABI al parecer esta saliendo de terapia intensiva…

Rosetas. A esos ganaderos de cafés, de plazas comerciales o de desayunaderos, al parecer les está por llegar el brazo de la justicia que la 4T impulsa; si los que usufructuaron de manera inadecuada lo repartido de los 30 millones, creían que ese “dinerito” les había caído del cielo, pues se han llevado una sorpresa mayúscula, ya que el asunto va enfilado y en serio al resarcimiento de la lesión a la hacienda pública y al castigo para quienes cometieron un delito, porque ya contundentemente el Gobernador dijo que “ya TABASCO no será el paraíso de la impunidad”. Desde la llegada de la nueva administración estatal se tuvieron certeros mensajes en el sentido que “venia el lobo” y los implicados no hicieron nada. Ahora los del FIDET y todos los que tengan que aclarar cuentas, que lo hagan, ya ven que el lobo anda suelto…