Define López Obrador las etapas de un Plan Integral para la cuenca tabasqueña

*Rescate y atención a afectados; ordenamiento territorial *En diciembre se iniciará el dragado de los ríos: Adán *Posible una Comisión del Río Grijalva para Hidroeléctricas

AYER se realizó la primera reunión convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México, junto a los gobernadores de Tabasco, Adán Augusto López, y de Chiapas, Rutilio Escandón, así como funcionarios federales para establecer las acciones inmediatas, así como de mediano y largo plazos frente a las inundaciones. El plan integral –el cuarto en esta materia para Tabasco-, tiene que ser necesariamente un proceso de adecuación a circunstancias cambiantes y variables observadas año con año.

En principio, resulta explicable la incredulidad de la población ante promesas reiteradas. “No somos iguales” ha dicho el Presidente, en referencia a sus antecesores.

Para López Obrador,  las acciones para evitar desastres por el exceso de lluvias y las características territoriales en la región tienen  que considerar varias etapas.

LO URGENTE Y LO NECESARIO

LA PRIMERA es atender lo urgente, “proteger la vida” y la integridad de la gente; las tareas de rescate, albergue y alimentación.  Al mismo tiempo que se regula el manejo de las presas. Esto, hay que señalarlo, no depende de la voluntad presidencial sino de estrictas medidas técnicas, sujetas –claro- al principio de no poner en riesgo a la población.

En este caso, lo sabemos, estamos ante un hecho consumado: las presas se llenaron en exceso por decisiones erróneas y también por mal calculadas circunstancias climáticas. Otro es el caso –como lo han explicado los especialistas- de los ríos de la sierra que no tienen infraestructura de control.

Lo que sigue entre las prioridades, conforme a lo anunciado por López Obrador, es “ayudar a la gente” para la reposición de sus enseres básicos. “Como lo hicimos la primera vez”, señaló el mandatario al referirse a los 38 mil apoyos de 10 mil pesos a cada hogar afectado a principios de octubre. Correspondieron a los daños reconocidos por la operación de las presas y las inundaciones producidas por los altos niveles de desfogue en Peñitas que dañaron básicamente a parte de Centro, Nacajuca, Cunduacán y Jalpa de Méndez. ¿Los que en esa zona volvieron a ser afectados serán considerados en esta nueva etapa? A estos, indudablemente, se sumaron otros.

Hay también decenas de miles de damnificados ya no por las presas mismas sino por las intensas lluvias y el desbordamiento de los ríos de la Sierra, así como del intrincado sistema de cuerpos de agua en la planicie.

¿HACIA UN PLAN INTEGRAL?

DE ACUERDO a la explicación de AMLO previa a su reunión con los gobernadores de Tabasco y Chiapas, la tercera etapa sería el “Plan Integral” en el que participarán, entre otros, las autoridades estatales, municipales, las secretarías de la Defensa, Marina, Energía, Desarrollo Urbano, Bienestar, entre otras; al igual que la Comisión Federal de Electricidad, Comisión Nacional del Agua, Pemex.

Del Plan Integral dijo el Presidente que implicaban “cuatro cosas”: 1.- dragado de los ríos; 2.- control de las presas del Grijalva (“equilibrar la protección civil con la generación de energía eléctrica”); 3.- un plan de desarrollo y 4.- un programa integral de bienestar. Son, como usted puede apreciar, acciones concretas, pero también un esbozo de lo que se quiere.

Por lo pronto, el gobernador López Hernández adelantó que el “plan de acción” iniciará en diciembre con el dragado de ríos, construcción de muros de contención y una revisión de los asentamientos humanos que históricamente sufren inundaciones. Este último punto se puede observar como sumamente complejo por las características territoriales de la entidad; sin descontar que existe también una histórica especulación con las zonas altas y el aprovechamiento de la pobreza para poblar zonas bajas.

Aunque es muy pronto para calificar el proyecto presidencial, se puede observar como muy ambicioso pero necesario. Porque en el adelanto hecho ayer AMLO también habló de un programa de desarrollo urbano que incluiría la infraestructura para ciudades como Villahermosa, aunque también para otras zonas del estado: agua potable, plantas de tratamiento, drenaje pluvial, cárcamos, bombeo, pavimentación de calles, vivienda.

En todo esto se requiere, como lo han señalado extensos y profundos estudios de la UNAM, ONU y Cepal, entre otros, un manejo integral de las cuencas. Indudablemente que incluyen acciones de educación y cultura ambiental.

Durante la presentación de lo que podríamos llamar un paquete de acciones y los principios generales de un Plan Integral (el cuarto en dos décadas), el presidente López Obrador aprovechó para defender su decisión de desaparecer el Fondo Nacional contra Desastres Naturales (Fonden), y la política de prescindir de los intermediarios, tanto en este como en otros casos. No sólo calificó de “hoyo negro de corrupción” al manejo de ese fondo sino que también aseguró que están presentadas denuncias en la Fiscalía General. Comentó: “Había la práctica de que, en un caso como este de inundación, inmediatamente se solicitaba de parte del gobierno estatal que se declarara una emergencia porque eso implicaba mandar dinero y comprar sin control enseres y equipos a precios elevadísimos. Hay proveedores todavía enjuiciados de esa época”. Ahora, insistió, los apoyos se darán directamente desde el gobierno federal a los afectados. Esto, por supuesto, ha hecho que los críticos reclamen claras reglas de operación.

AL MARGEN

LÓPEZ Obrador habló de la posibilidad de una “Comisión del río Grijalva para las hidroeléctricas”, donde haya “un responsable, un especialista, que sea el que con los técnicos decida a partir de que vamos a definir lo que se conoce como el uso de un caudal ecológico y de protección civil” para todo el sistema de presas ubicadas en Chiapas. (vmsamano@hotmail.com)