Democracia, mercadotencia y encuestas; en el 2024, sondeos contra (o con) votos

*Partidos, marcas en busca del producto perdido *Ser vistos y ser conocidos para ser seleccionados *Se imponen estudios de opinión, después la decisión

UNA HERRAMIENTA irrumpió con gran fuerza en la disputa por el poder en México: las encuestas. Por lo menos desde la campaña presidencial del 2000, los sondeos de opinión se comenzaron a utilizar abiertamente para reforzar candidaturas y tratar de debilitar a los adversarios. Si bien desde 1994 el entonces Instituto Federal Electoral comenzó a regular las encuestas, fue en las reformas de 2014 cuando la normatividad se hizo más exigente. Con miras al 2024 los llamados “estudios demoscópicos” se avisoran como determinantes.

Lo serán para las elecciones presidenciales y para los procesos estatales, como ya sucedió en el 2021 y ocurrirá en 2022 y 2023. Así como es un hecho que la candidatura presidencial de Morena y sus aliados se decidirán por encuestas –sólo falta definir de qué tipo-, también los opositores tendrán que recurrir a este instrumento que no sólo es de planeación interna y para resolver conflictos entre aspirantes, sino que es herramienta de propaganda.

Le comentaba en mi colaboración anterior que el propio Andrés Manuel López Obrador se adelantó a cualquier futuro debate sobre el método que Morena aplicará para seleccionar a quien (casi seguro) lo sucederá. Serán las encuestas dijo y Ricardo Monreal, quien propone otros mecanismos, tendrá que disciplinarse. O tomar decisiones.  

El zacatecano sabe que debe remontar un mecanismo que ya está en marcha. Y Porfirio Muñoz Ledo es un ejemplo de cómo pueden llegar a la ruptura en esta creciente lucha por el poder.

De la misma manera, quien busque tener posibilidades en las contiendas estatales, ya debe estar operando…a riesgo de quedarse rezagado.

RECURSO: HACERSE VISIBLE

LOS MEDIOS, de una u otra forma, siguen jugando un papel protagónico. Y en esto se incluyen sin duda las redes virtuales (internet), pero también las redes sociales en las que los medios tradicionales como los impresos, la radio y la televisión tienen una función determinante.

Así observamos que para el caso de la carrera presidencial por Morena actualmente los medios han hecho visibles a tres aspirantes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Y en ellos se han centrado hasta ahora los reflectores. ¿Existe el riesgo de una transgresión a las normas electorales? Sin duda, pero en ese terreno también se refleja una intensa lucha cuyo desenlace es, me parece, una incógnita.

Pues bien, apenas la semana pasada el diario Reforma publicó resultados de un sondeo realizado entre el 24 y 28 de noviembre en los que el canciller Marcelo Ebrard obtiene 31% de la intención de voto, en tanto que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, un 30%; apenas un punto porcentual de diferencia, lo que implica un empate técnico. A otro aspirante de Morena, Ricardo Monreal, ese estudio de otorga sólo un 12%.

El martes el diario El Financiero difundió sus propias cifras: Claudia Sheinbaum cuenta con una opinión favorable de 50 por ciento a nivel nacional y Marcelo Ebrard un 46 por ciento. A Ricardo Monreal se le reconoce un 35 por ciento de “opinión favorable”. El sondeo se habría realizado la primera y segunda quincena de noviembre…pero curiosamente, un reporte del 16 de noviembre también de El Financiero destacó que “el 55 por ciento de los encuestados dice que no votaría por la mandataria (Sheinbaum) en 2024”. Aunque aclara que sólo se refiere a los habitantes de la Ciudad de México. 

UNA COSA ES OTRA COSA

PERO en interpretaciones se rompen gustos e intereses. Por estos mismos días (4 de diciembre), el diario El Universal difundió su propia encuesta en la que Claudia Sheinbaum Pardo, llega con 63.2% de aprobación ciudadana a tres años de su administración. Esto indica –señala la publicación- que la Jefa de Gobierno recupera los niveles de aprobación previos al accidente en la Línea 12 del Metro y a los de la elección intermedia.

Tendremos sin duda una guerra de números y los aspirantes trabajarán para las encuestas. Pero aún falta saber quiénes se encartarán por Morena. Han dicho que sí Sheinbaum, Ebrard y Monreal; el presidente López Obrador incluyó hace unos meses a Esteban Moctezuma, Juan Ramón de la Fuente, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle. El dirigente nacional de Morena Mario Delgado mencionó  entre los posibles (que aún no han dicho que sí) a Adán Augusto López y Lázaro Cárdenas Batel. Mientras la oposición está a marchas forzadas construyendo su liderazgo.

AL MARGEN

NO ES SORPRESA: Porfirio Muñoz Ledo hace mancuerna con Dante Delgado; apenas en octubre de 2020 buscó dirigir los destinos de Morena apoyado en el “ala radical”. Muchas lecciones habrán de sacarse de estos vaivenes. (vmsamano@hotmail.com)