¡Qué descaro!

El modus operandi de usar la figura jurídica de un partido político como instrumento que en el fondo se rige por el mercantilismo monetario a nadie debe asombrar

El modus operandi de usar la figura jurídica de un partido político como instrumento que en el fondo se rige por el mercantilismo monetario a nadie debe asombrar, cuando el referente de éxito total en México ha sido el Partido Verde Ecologista. Sin embargo, esta vez se le frustrará la gestión de la «Cláusula de Vida Eterna» a cambio de aportar sus votos al Plan B» de la Reforma a las Leyes Electorales que por inconstitucional debe revocar la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Partido Verde Ecologista con la «Cláusula de Vida Eterna» habría logrado el salvoconducto para librar en lo subsecuente una eventual pérdida de registro como instituto político, que en las estadísticas de los resultados electorales de 2021 habría acontecido si no hubiera logrado pacta ir coaligado a Morena. 

Mirando hacia 1991 Jorge González Torres fundó el Partido Ecologista de México perdiendo el registro en las elecciones de ese mismo año, aunque para 1994 resurgió ya como el vigente Partido Verde Ecologista de México, detrás del cual, junto con su hijo, conocido en su juventud como el “Niño Verde”, mantiene la rectoría en la negociación con sus contrapartes aspirantes al gobierno urgidos de su respaldo, coaliciones y venta de cargos de elección popular.

Una práctica tampoco exclusiva, mercantilizar al mejor postor de candidaturas, habida cuenta que el PRI la utilizó bajo el paraguas de las cuotas y cuates que aún pervive en el tiempo.    

En el contexto de estar obligados en solitario el umbral mínimo del 3 el por ciento de votación mínima del cómputo total exigido por el Artículo 41 de la Constitución, igual habrían desaparecido el PT, y el PRD, pero salvados por las alianzas electorales de 2021. Así que de 7 opciones la partidocracia se habría quedado en 4.

Duda no hay que el sistema de partidos políticos carece de la calidad de la democracia, al no exigirse el registro para la competencia electoral de los perfiles idóneos, con el conocimiento de lo que representa esa posición por la que se compite ante una voluntad popular que sin un convencimiento pleno acude a emitir su voto, y otros se abstienen por las mismas razones de la incertidumbre, sumado el desdén por el prejuicio.   

El INE fue tuvo que acatar el mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para registro iniciado el Proceso Electoral Federal 2020-2021 a Encuentro Solidario, promovido por asociaciones religiosas; Redes Sociales Progresistas, por el sindicato magisterial, y Fuerza por México, por una confederación igual sindical, a contracorriente de la prohibición constitucional la cual precisa que los partidos políticos deben ser de naturaleza ciudadana. 

Los Institutos Políticos «espurios» siguieron la ruta del Verde Ecologista, vendiendo candidaturas para diputaciones federales y cargos locales al mejor postor, aunque, las de mayor plusvalía fueron las plurinominales, destinadas a las cuotas y cuates. Mientras, el financiamiento público asignado se lo quedaron, sin ceder gran cosa de inicio a las dirigencias y a las candidaturas por voto directo que se las arreglaran para hacer campaña. 

La familia de los Jorge González, Torres y Martínez, como Partido Ecologista de México han logrado una rentabilidad medida en una cuenta bancaria, bienes raíces, y una capacidad de injerencia en los temas legislativos trascendentales, sobre todo para sus intereses particulares.

El Verde Ecologista desde 1997 empezó a prostituirse mediante la estrategia de las coaliciones y/o alianzas, astutamente con el mejor perfilado según los tiempos y circunstancias. En el Distrito Federal se ligaron al PRD y a Cuauhtémoc Cárdenas; luego en la presidenciales de 2000 al PAN y Vicente Fox; en 2006, 2012, y 2018, al PRI con Roberto Madrazo, Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade, respectivamente.  

Con la Reforma Electoral de 1996 en cabildeo Jorge González Martínez, el «Niño Verde» con 25 años dobló a Porfirio Muñoz Ledo del PRD, a Arturo Núñez Jiménez del PRI y a Carlos Plascencia del PAN, para que redujeran de 30 a 25 años la edad mínima para postular candidaturas al Senado de la República, listándose en el 2000 entre los Plurinominales. Desde entonces ha alternado como diputado. 

eduhdez@yahoo.com