Desigualdad de género, un problema de responsabilidad personal

Desigualdad de género, un problema de responsabilidad personal

La Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo periodismo iberoamericano hizo la presentación de la convocatoria a la segunda edición de la Beca Oxfam, donde podrán participar los fotoperiodistas que hayan publicado trabajos en América Latina y España sobre desigualdad de género en el último año, y tengan una propuesta para desarrollar un nuevo reportaje fotográfico.  

En su página: http://www.fnpi.org/es/fnpi/galeria/12-fotos-premiadas-que-demuestran-la-desigualdad-de-genero se exhiben doce imágenes premiadas, cuyos títulos van desde los “Juicios por violación”, “Muy joven para casarse”, “El último vistazo de una madre a la vida”, “Bibi Aisha”, “Libia: una trampa para migrantes”, “Quitado: la mutilación genital en Kenia”, entre otras.

Cada retrato representa dolor, desesperanza, repudio, indignación, impotencia, engaño, soledad, y en conjunto: violencia, ya sea física o sexual.

La desigualdad de género está inmersa, sobre todo, como un problema que no radica en una zona, país o continente, más bien, está en todo el mundo, anclado, y en ocasiones a la vista de otros, sin poder hacer nada.

En el caso de México y Centroamérica, de acuerdo al informe “Del compromiso a la acción” de ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), encabezan las regiones más críticas de América Latina y el Caribe donde se presenta mayor violencia a las mujeres.

Nuestro país presenta niveles de crisis severa respecto al feminicidio. La ONU consideró que las cifras de este delito están tomando una magnitud y ensañamiento devastador, ya que dos de cada tres mujeres asesinadas mueren a causa de su género.

Quizá una mala noticia es que las familias continúan educando a los hijos bajo el estigma del machismo, lo que representa una tarea que llevará años para disminuir esa forma de pensar y actuar, porque a pesar de las campañas que se implementan por las autoridades que les corresponde el tema, los índices de violencia no disminuyen.

El dolor que genera un caso de este tipo siempre representa un golpe severo a la sociedad. Pero, ¿realmente qué están haciendo las personas para contrarrestar el problema? Falta conciencia, sí, pero igual una responsabilidad en lo particular que sirva para ajustar modos de conducta, aunque el origen, en parte, es la educación que se transmite a los hijos en casa, y tal vez ahí se esté fallando, sin importar la clase social.

Muy vulnerables serán entonces las campañas y los llamados de atención, así como la implementación de leyes más severas, que incluso, algunos políticos retoman para sus campañas.

La violencia de género se está convirtiendo en una enfermedad que gana terreno, y le inyecta vida esa deshumanización social en la que a veces estamos inmersos.

Según la encuesta del Inegi dice que justo donde ocurre con mayor frecuencia la violencia contra las mujeres es en las relaciones de pareja, ya que un 43.9 por ciento de ellas, que tuvieron esposo o novio, las han agredido en algún momento.

La desigualdad de género no debe quedarse en fotografías o en tema para reportajes, se tiene que continuar trabajando desde su origen: el individuo.

PARÉNTESIS

VAYA responsabilidad que adquirió Dagoberto Lara como secretario de Organización del PRI. La oportunidad es buena, ya que goza de buen administrador, aunque le llega un poco tarde por el momento que está pasando el partido. Morena parece venir en un plan demoledor, de ahí que esa invitación que le hicieron le servirá para demostrar su carácter para hacer equipo en una clase política de nuevos liderazgos.