Después de la pandemia, a empezar de cero

Como es que un imperceptible virus ha sido capaz de paralizar a las economías de todo el mundo y causarles estragos en sus propios territorios

Como es que un imperceptible virus ha sido capaz de paralizar a las economías de todo el mundo y causarles estragos en sus propios territorios, no obstantes de que algunos de ellos se creen los todos poderosos.

Algo muy importante que no se quiere ver por algunas personas o grupos organizados es que estamos ante un fenómeno inédito, donde no hay recetas ni medidas, lo que nos hace empezar de cero.

Se debe entender que el modelo ya no es el mismo, no hay otro programa, ahora se repartirán los recursos a los que no tienen, de manera tal que haya consumo; la derrama económica si no es equiparable a la de los otros países, es porque no somos iguales y estamos en un proceso de recuperación de recursos y medios que se perdían por la corrupción.

Se piden respuestas contundentes cuando el problema es un fenómeno que tiene vida y afecta con distinta fuerza la salud de cada uno de los países, se critica los recursos y medios de los que se disponen, de los datos del reducido impacto en el país, de falta de interés del Presidente para escuchar las propuestas de grupos empresariales, de la descalificación a nuestro país de las “calificadoras”; es natural la resistencia a los paradigmas.

Este país no se inventó ayer, ni se acaba mañana, se instrumentarán programas de creación de empleos, empréstitos, apoyos menores quizás, pero apoyos a los que menos tienen, no se olviden de la entrada en funciones del Acuerdo Comercial EUU y Canadá, la inversión privada una vez entrado en funciones dicho Acuerdo, y el programa energético no dado a conocer aún.

Si nos damos cuenta en los porcentajes que manejan las calificadoras, estas no coinciden ni cercanamente, se van desde un diez por ciento hasta un cuatro por ciento de la credibilidad y contracción de la economía mexicana, y es ahí donde Andrés Manuel les demuestra que todo lo que está ocurriendo es incierto, hay que esperar que termine la tormenta para mirar los verdaderos estragos.

Aceptar la oferta del FMI o acudir al endeudamiento, no está en sus planes, sería tanto como renunciar a su Plan Nacional de Desarrollo y sujetarse a las medidas que les impongan; antes de hacerlo seguramente modificaría alguno de sus programas. Todos los programas y planes son susceptibles de cambios, de acuerdo con sus resultados, no son definitivos y para siempre, para eso es el seguimiento y la evaluación.

Algo muy importante que va a ocurrir son los efectos que causará la puesta en marcha de la economía china y de las grandes fábricas de piezas de autopartes, lo que reactivará y moverá las fábricas y sectores a fines de otros países, entre ellos México, vivimos una economía globalizada.   

Seguramente, muchas personas no coincidirán con esta percepción, como tampoco esperamos aplausos y felicitaciones al Presiente de nuestro país, de salir medianamente librado de esta pandemia y sus efectos en la economía, y donde no hay que olvidar las repercusiones del tema energético y las elecciones en los EUU.