Día con día

En el Semefo de Jalisco: un testimonio

El lunes 23 de septiembre, Alejandro Puerto puso en su cuenta de Twitter (@ea_puerto) un hilo con su experiencia en el Semefo de Guadalajara. Va el hilo resumido:

“Después de 8 horas de espera, estoy saliendo del Servicio Médico Forense de Jalisco. Acudí con la esperanza de encontrar a mi sobrino entre los cuerpos que estaban amontonados en las cajas de tráiler que se volvieron tan famosas. Esto fue lo que viví al lado de decenas de madres:

“1) La poca credibilidad del servicio de búsqueda, la realizan prestadoras de servicio social y no personal forense. No cuentan con una base de datos accesibles: la búsqueda se realiza en carpetas de archivo que contienen las fichas de control de los NN.

“2) Las conservan apiladas en una silla y las servidoras sociales que realizan la búsqueda se las turnan. No existe un archivo para realizar búsquedas simultáneas.

“3) El esfuerzo de las servidoras sociales es muy afectuoso, pero la logística es muy limitada: sólo atienden de a dos familiares por turno. Mi ficha era la 55.

“4) Estuve esperando 8 horas, pero mi cita duró menos de 10 minutos, pues por la tarde ¡sólo revisan los archivos del 2018!

“5) Es mentira que exista ficha de control de todos los cuerpos encontrados en los tráileres. Si así fuera, ¿por qué tendrían que pedirnos regresar en una semana si se supone que estos cuerpos son del 2015 al 2017?

“6) el edificio del SEMEFO se encuentra en el abandono y sin recursos tecnológicos. Mientras estaba esperando vi cómo les instalaban el internet y les proveían de máquinas apresuradamente.

“7) “Quiero dejar constancia del gran teatro que @AristotelesSD y la @FiscaliaJal están montando para eludir su responsabilidad.

“8) No sólo son las cajas de los tráileres, a cuadras de distancia se puede distinguir el olor a carne putrefacta que emana del edificio del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (@forensesjalisco). No se vale.

“9) Lo que más me dolió de todo lo que experimentamos hoy en el IJCF, fue darnos cuenta de lo mucho que la gente está dispuesta a soportar un trato indigno e inhumano con tal de encontrar a sus familiares. Cierro con esto, esperando que nos ayude a dimensionar el tamaño del problema”.