Día con día

La reforma educativa al pie del patíbulo

El título de este artículo repite la leyenda de la revista Nexos que empezó a circular en los primeros días de octubre.

Nos propusimos hacer un balance de la reforma que sucesivos y autorizados voceros del próximo gobierno, empezando por el Presidente electo, han prometido cancelar.

La lectura del número de Nexos puede ayudar a entender que la reforma educativa es en realidad la convergencia de muchas reformas que corren del ámbito político y laboral, al financiero y educativo.

No es algo que pueda borrarse de golpe, es un proceso en marcha que ha creado derechos y suspendido privilegios. En particular ha disminuido la captura de las decisiones educativas por la organización sindical, sin tocar los derechos legítimos de esta, y ha tratado de poner en el centro a las escuelas y a los niños.

Nada de esto quiere decir que es perfecta o que no debe tocársele una coma. Por el contrario, la reforma debe ser sometida a todas las enmiendas necesarias para que cumpla su objetivo trascendental, que es mejorar la educación de México.

La demagogia, el falso radicalismo y la adopción de posiciones sindicales arcaicas, como las de la CNTE, que anteponen la defensa de sus intereses a los de la educación, pueden hacer un gran daño.

Cualquier mirada equilibrada de la reforma, como la que intenta Nexos en su número de octubre, concluirá, creo, lo que el editorial de la revista: es “imposible condenarla en bloque” y sería “una ceguera no reconocer sus aciertos, su prometedores embriones, sus logros”.

“Ciego también sería”, sigue el editorial de Nexos, “defenderla en bloque, no mirar con claridad sus errores, sus huecos, sus equivocaciones.

“En todos y cada uno de los temas capitales abordados aquí —la evaluación a los docentes, el nuevo modelo educativo, el financiamiento de las escuelas, las escuelas completas, la situación de las normales, el manejo de la nómina docente, los libros de texto— lo que domina el panorama es un mundo en construcción que mezcla aciertos y errores pero sobre cuyos cimientos es posible construir, corregir y avanzar rápido, no empezar de nuevo.

“Se impone a la razón la conveniencia de reformar esta reforma”, concluye Nexos, “tanto como la irracionalidad de destruirla” (https://bit.ly/2yedRK2).