Día del Maestro

Cada 15 de mayo se celebra en México el Día del Maestro. 

Sin duda una alta responsabilidad que quien se dedica a la docencia debe asumir, ya que la tarea ardua de formar conciencias y ciudadanos en plenitud, requiere de sacrificios, talento, inteligencia y mucha disposición.

El docente hoy día debe sortear la galopante realidad que impone cambios vertiginosos en el aspecto tecnológico y una cambiante y a veces hasta espontanea arquitectura social. Hoy el docente se enfrenta a un océano de retos, y desafortunadamente muchas ocasiones sin las herramientas necesarias para salir avante y fortalecer la llamada Sociedad del Conocimiento.

Con un sistema educativo viciado de origen, que sobre la marcha ha sufrido enmiendas y/o adecuaciones, el maestro sigue siendo el eslabón mas estigmatizado de un mayoritariamente “fallido” espectro social.

El Maestro entrega en las aulas su tiempo y lo mucho o muy precario conocimiento, detecta al talento innato, y también batalla con los que aturdidos por las distracciones del entorno, van avanzando de panzazo o por cumplir.

Según el Informe de la UNESCO para la educación del siglo XXI, nos presenta un giro copernicano en lo que respecta a la concepción didáctico-pedagógica, al sostener que el reto del aula y del y de la docente es: a) el aprender a conocer; b) el aprender a hacer; c) el aprender a convivir; y d) el aprender a ser; esto supone que los y las docentes deben facilitar y mediar los aprendizajes desde estas cuatro perspectivas, superando las visiones reductivas cognitivas e integrando aspectos vitales y existenciales como lo son las habilidades, la convivencia social y la ética.

La más amplia aspiración de todo padre de familia es que la formación que su hijo reciba en las aulas, sea el motor primordial que en el futuro cobije éxito profesional y personal, y esa es una responsabilidad que se deposita y demanda de los maestros, pero también que muy pocas veces es reconocida ni asumida en coparticipación.

El maestro con dignidad y bondad inquebrantable hace su mayor esfuerzo para atender ese llamado fundamental; por que debe decirse y con ahínco que en las aulas de  nuestro país día a día sirven con lealtad, patriotismo y amor a nuestra raza, miles de hombres y mujeres que con su técnica docente, brindan estabilidad social y formación integral a las generaciones del presente.

En mi Punto de Vista, el Gremio Magisterial en nuestro país sigue en medio de las pugnas ideológicas y la discusión permanente de la viabilidad y pertinencia de un nuevo Modelo Educativo, en ambas puntos de disenso existen ideas y tópicos valioso que deben fortalecer un Modelo adecuado a nuestra realidad como sociedad; lo que nunca se debe regatear, es el reconocimiento a la noble e insigne profesión de Maestro.