Diálogos: necesitamos una verdadera democracia

Tabasco tiene un problema grave que viene desde la propia independencia, hasta diría que desde la conquista

Los partidos viven una crisis; los dirigentes sólo ven al interior de las instituciones donde están. Hoy necesitamos individuos formados en otra perspectiva, con conocimiento de la burocracia pero con una visión de gobierno. Creo que entre los muchos candidatos que surgieron en el proceso pasado hay algunos que traen esa visión y ojalá que quienes ganaron puedan comprender que no todo es electoral.

De 1988 a la fecha la apertura de la lucha política permitió el nacimiento de partidos que nos llevó solo a la competencia electoral. Pero sólo nos quedamos en eso. 

Un politólogo, Andreas Schedler plantea que únicamente tenemos una democracia electoral, pero que no hemos pasado a una democracia gubernamental ni social. Se luchó mucho en nuestro país. Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martpinez y una larga lista de líderes de izquierda integraron un uno de esos grandes grupos que abrieron paso a una competencia electoral de partidos. Pero en términos de gobierno faltó una propuesta para la sociedad. 

Con González Pedrero se viven cambios importantes en Tabasco. Paradójicamente, es cuando empieza el periodo neoliberal. Ese ejemplo es importante porque mucha gente cree que cuando tienes un gobierno como el de Miguel de la Madrid, totalmente neoliberal, cuyo objetivo era dar fortaleza al empresariado y no a las comunidades, estás limitado. Pero González Pedrero le dio la vuelta. Apostó a las comunidades en un estado en el que de 1982 a 1988 las oligarquías estaban presentes, las grandes familias los grandes grupos. Las que decidían. 

EGP juega políticamente, pero le apostó a la comunidad en donde se invirtieron muchos recursos para darle beneficios al pueblo pero también para culturizar. 

Tabasco tiene un problema grave que viene desde la propia independencia, hasta diría que desde la conquista: es un estado sin identidad cultural, donde fácilmente nos permea el discurso neoliberal, del consumismo. Aquí las grandes oligarquías, con mucho dinero pero poca cultura, fueron contaminadas por esa modernidad que decía Julieta Campos y que se definió como la de “la blanquitud”, según la llamó Bolívar Echeverría. Significa que todo lo europeo es el modelo de lo positivo: tener los grandes  carros, tener los granes lujos, tener bienes, y en ese contexto Tabasco se pierde porque cuando se va EGP los gobiernos que llegan no logran entender el tema de lo social. Deja abandonadas a las comunidades.

Lo vimos aún con la llegada del nuevo régimen: a Tabasco les quitaron las zonas indígenas por cuestiones de metodología del INEGI, esto a pesar que tiene cultura y tradiciones tradicionales. Pero se las hemos ido quitando. Creo que tenemos que rescatar esa parte que en la mente de los políticos y de los gobernantes no está presente. 

DE ARRIBA O ABAJO

Tenemos que construir la democracia desde arriba, porque no tenemos sociedad civil, está se desmantela con los partidos políticos. De 1988 para acá no construimos ciudadanía y la carencia económica, ¿a qué obliga? A que en lugar de estar pensando en términos democráticos lo hace en cómo logra comer mañana. Así la población está atrapada en las grandes estructuras partidistas que se volvieron clientelares.

La democracia, lamentablemente, tiene que venir de arriba; porque a la sociedad no la encuentro con elementos. A menos que comencemos a construir desde abajo, porque también estoy viendo algo en esta elección del 2021: los partidos políticos quedan desfasados. Es donde creo que los ciudadanos deberían salir en este contexto de crisis. De algún lugar tiene que organizarse, porque ha ánimo y molestia. La crisis económica nos va a ser resurgir, pero tratando que ya no sea bajo liderazgos que sólo buscan beneficio electoral. Necesitamos grupos organizados que piensen distinto.

*NOTA: este texto es producto de una conversación de Cirilo Antonio Guzmán con Víctor M. Sámano.