OPINIÓN

¿Dónde están nuestras azucenas?
17/05/2022

Villahermosa ayer provincia, hoy una gran ciudad

EL SÁBADO 14 DE MAYO FALLECIÓ, A LOS 91 AÑOS DE EDAD, DOÑA LOLY CALLES BROCA. EN RECONOCIMIENTO A SU LABOR DE CRONISTA PUBLICAMOS ALGUNOS TEXTOS DE SU ÚLTIMO LIBRO “3,500 PASOS”.

Villahermosa la ciudad donde nací tenía 17 municipios como hasta el día de hoy, dividido en cuatro regiones: Centro, Chontalpa, Ríos y Sierra. Villahermosa, antes llamado San Juan Bautista.

Su población aproximada de 20 a 30 mil habitantes. Recuerdo las colonias: Atasta, Tamulté, Caparroso hoy 1ro. de Mayo, con residencias bonitas en el Fraccionamiento “España”. Allí también se encuentra la Ciudad Deportiva, Plaza Cristal. Las colonias Primera, Segunda y Tercera del Águila hoy llamada Col. Gil y Sáenz, populosa zona alta protegida de inundaciones, llena de árboles y pájaros cantores.

Estas colonias para quienes vivíamos en el centro, con las calles que la integraban, Zaragoza, Madero, Libertad hoy Venustiano Carranza, Hidalgo, 27 de Febrero, Narciso Sáenz, Reforma, Independencia, Juárez Aldama, 5 de Mayo, Lerdo, Allende, Iguala, Abasolo, Castillo, Sarlat, Fidencia antes Doña Marina, el otro lado del río ahora es Malecón Leandro Rovirosa Wade, el Playón y Barranco a orillas del río es ahora Malecón Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Creíamos que era mejor vivir a orillas del río Grijalva, aunque año con año nos inundábamos, para nosotros era lo máximo, ya estábamos acostumbrados a esas desgracias que la naturaleza nos mandaba.

Hay muchos recuerdos, entre ellos: los caballos y sus jinetes repartiendo leche y agua, la leche en sus lecheras y se vendía por litro, el agua la llevaban en latas especiales para el uso de las casas de la zona de pozos que estaban ubicados en un callejón cerca de donde es ahora el Diario Presente y la calle Sánchez Magallanes.

Otras ventas por las calles, los carboneros que en sacos los vendían, los llevaban en carretas para las cocinas que tenían sus fogones, no existían las estufas de gas, sí de petróleo que a veces se incendiaban y le daban ese sabor a sus alimentos.

En la casa donde viví en la calle de Sáenz, había una azotea, la cual tenía un hueco grande que bajaba a la cocina, y allí se vaciaban los sacos de carbón que iban cayendo según se necesitaran. El aguador. Obra plástica de María Victoria Galán Pagés de Cruces.

Las comidas hechas al carbón deliciosas, sobre todo las asadas en los anafres; los pollos y carnes se preparaban con ajo, sal de grano, pimienta y naranja agria, se dejaban macerar y luego a las brazas, se bañaban con la maceración, así no se resecaban y se doraban deliciosos. En esos fogones de carbón quedaban las brazas y así se ponían yucas y plátanos casi maduros a que se asaran hasta estar completamente cocidos, se les bañaban con nata y así se comían. Seguimos con los vendedores de piguas cocidas; las llevaban en charolas acompañadas de chile amashito y rebanadas de limón.

El merenguero que le decían “Mayito” con sus merengues dorados por fuera y chiclosos por dentro. El melcochero que gritaba: de anís y de pataste, era un hombre alto, delgado y moreno, llevaba las melcochas en hojas de naranja agria.

El viejito de grandes bigotes blancos que con una campanita avisaba la venta de las bizcotelas tostaditas, las traía en una lata tapada, para que no se ablandaran.

Había un señor gordo que vestía de overol, no sé de dónde vino, él ofrecía compra y venta de llaves, en la calle él gritaba: “¡llaves que vendo y llaves que compro!” También componía sombrillas y paraguas.

El panadero Reina con su sabroso pan, sonaba la aldaba del cajón para avisar que había llegado. El chino Tomás con sus helados en barquillos tostaditos. El billetero Julio Rodríguez con sus billetes de la Lotería Nacional y decía que él traía la suerte.

Años después un personaje conocido, ella vendía pastelitos de carne y de queso, conocida por “Juana la pastelera”.

Olga Dolores Calles Broca (Loly Calles)

Nació en Villahermosa, Tabasco en 1931, estudió la primaria en el Instituto Luis Gil Pérez, se traslada a la Cd. de México donde estudia una carrera comercial en el Colegio de Monjas “Monferant”, un año radicó en la Cd. de Nueva York donde estudió el idioma. Realizó estudios de narrativa, ortografía y redacción con la escritora Beatriz Escalante a través del Instituto Estatal de Cultura de Tabasco. En el año 2005. Es socia del Club de Mujeres Periodistas y Escritoras de Tabasco A.C. Tiene publicado dos tomos de 3,500 pasos; y con este suma el III tomo de la colección. En 2017 recibe un reconocimiento del Proyecto Cultural de autoempleo llamado “Mercado de Pulgas”.



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