Drama e intriga…

Drama e intriga…

Punto de Vista

Manuel Pineda Haro

Drama e intriga…

El escenario de la aprobación y “discusión” de la recién aprobada Ley de seguridad Interior tiene todos los matices dignos de ser escenificados en un documental aspirante a los premios de la meca del cine, los Oscares. Drama e intriga campean de principio a fin.

Amén de que en nuestro país dos de los principales jóvenes actores mexicanos pulidos en los menesteres del cine y sus dividendos, le han entrado a la discusión por la tan cuestionada Ley en comento, no se puede dejar de lado (y ni ellos, los políticos, lo permiten) que el grueso de la pelea se está dando desafortunadamente en el terreno político-electoral.

Nadie en su sano juicio duda de la urgencia de que en todo lo largo y ancho del país se requiere un alto certero a la inseguridad, impunidad y más aún a la barbarie que impera, y tan es así que ni a pesar del refuego o mal humor social del que no es ajeno el ejército, la confianza en ellos sigue siendo de niveles más de lo aceptable; justo es que el “pueblo armado” como lo enuncia uno de los actores políticos, requiere de garantías para su actuación extraordinaria en todos los sentidos.

Lo más álgido de debate por la recién aprobada ley, que para no variar ha sido puesta en el paredón de la ignominia por todas la ONG´s, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, los partidos de oposición y  los principales organismos internacionales, para rematar apenas hace unas horas recibió la cereza de parte del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), mismo que instruyó a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) dar a conocer los documentos relacionados con un mandato que permite a las tropas operar en la noche de forma masiva, una resolución que es música para los oidos de todos aquellos que ven en la citada ley un instrumento artero del autoritarismo, de la amenaza a la libre manifestación de la inconformidad en contra del poder, y más aún como un puerta cerrada hacia la ansiada pacificación del país; en ese contexto toma  relevancia el razonamiento del  comisionado del INAI Oscar Guerra Ford que aseguro que el espíritu de la resolución se fundamenta “Dado el contexto actual, donde hemos obligado al Ejército a desarrollar funciones de seguridad pública, la transparencia y la rendición de cuentas se instituyen como herramientas fundamentales, que deberían ser apreciadas por la misma institución armada. Ya que de cumplirse a cabalidad le permitiría legitimarse ante los ciudadanos”, hoy la citada ley no tiene a nadie contento.

En mi Punto de Vista, muchas son las consideraciones en pro y en contra, pero dadas las circunstancias de la “época electoral”, el momento se hace propicio para más posturas encontradas. A pesar de que debemos de ver con optimismo todo lo que refuerce la protección y restablezca la paz ciudadana, hoy la nueva normatividad esta manchada por la inercia de las campañas políticas, allí todos buscaran sacar raja…