Escala Crítica: Edomex y Coahuila, circunstancias y resultados; primer acercamiento

Las encuestas daban a la coalición de Morena en Edomex una ventaja de entre 10 y 13 %

SE CUMPLIERON los pronósticos tanto de la observación de las circunstancias de la competencia como de los registros en las encuestas, con variaciones explicables: en el Estado de México se impuso Morena, con Delfina Gómez como candidata, en tanto que en Coahuila, el abanderado de la alianza PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez, retuvo ese bastión para el tricolor. Lo sucedido el domingo en las urnas es la culminación de un proceso que nos permite estimar lo que sigue, y no sólo para las elecciones del 2024. En el camino se ratifica el papel que juegan los partidos Verde y del Trabajo, así como la función casi simbólica del PRD, en riesgo de no tener registro en las dos entidades, como ya le sucede en una decena de estados.

Las encuestas daban a la coalición de Morena en Edomex una ventaja de entre 10 y 13 % (hubo algunas que la colocaron hasta en un 20%); los resultados en las urnas mostrarán finalmente que hubo un margen suficiente para evitar una disputa legal. Recordemos que en el 2017, cuando Andrés Manuel López Obrador estaba concentrado en su campaña del año siguiente, Delfina Gómez logró atraer un millón 871 mil votos (el 30.78%), contra 2 millones 40 mil de Alfredo del Mazo (33.56%), una diferencia mínima. Los dirigentes de los partidos PRI, PAN y PRD consideraron que la suma de siglas se podía reflejar este año en la suma de números.

No fue así. Bien se dice que en política dos más dos no son cuatro. En cambio, Delfina Gómez –que repitió de candidata- no sólo mantuvo la cuota de hace seis años sino que la incrementó en más de un millón. Morena es una estructura convertida en una verdadera maquinaria electoral, aunque con tropiezos de cálculos y desajustes internos como sucedió en Coahuila.


VARIOS FACTORES, TARDÍA REACCIÓN


EN EFECTO, en esa plaza del norte no sólo se dispersó la alianza de Morena con el PT y PVEM –cuyos dirigentes aplicaron la vieja fórmula de la presión para negociar-, sino que la dirigencia morenista sacrificó a un aspirante al que le habían dado reflectores (inclusive en las mañaneras del Palacio Nacional) y tampoco tuvieron en cuenta los resultados de las elecciones de 2017.

En aquella ocasión, los partidos que se disputaron el primero y segundo lugar fueron el PRI y el PAN, con 38.9% y 36.4% de los votos respectivamente, quedando Morena –con Guadiana también- en un  lejano tercer sitio, con 11.91%. Sus aliados PT y PVEM “no pintaron” en las estadísticas de aquellos días, y los verdes inclusive hicieron campaña por el abanderado tricolor. Nada nuevo.

Por si fuera poco, la encuesta interna con la que Morena seleccionó a su abanderado estuvo marcada por la inconformidad y la confusión: al darse a conocer los resultados –en diciembre del año pasado- se informó que fueron contratadas las empresas Mendoza y Blanco, así como Covarrubias (privadas); al tiempo que Morena hizo su propia medición. En la de Covarrubias ganó Luis Fernando Salazar y en la de Mendoza el primer sitio fue para Guadiana; Ricardo Mejía Berdeja, flamante subsecretario de seguridad federal, quedó en tercer sitio. El dirigente Mario Delgado informó que la encuesta válida era la que hace Morena, de manera que las otras eran solo “espejo”, y en esa interna el favorecido fue quien ya había competido en 2017.

Así, de acuerdo a la Comisión Nacional de Encuestas (de Morena), el empresario Guadiana resultó el más conocido, pero también lo evaluaron con atributos como honestidad, cercanía, conocimiento del estado, etcétera. 

Sin embargo, aquellas mismas encuestas fallaron en sus previsiones. Porque según Delgado entre los resultados arrojaron que el 42% de la población coahuilense afirmó que “nunca” votaría por el PRI y en cambio en las tres encuestas Morena tenía una intención del voto cercana al 50% (diciembre 12, de 2022). Los resultados indicaron otra cosa. ¿O habrá que echarle la culpa al candidato?

Hay quienes se quejan de la rebeldía de Mejía Berdeja y a la “traición” del PT, lo mismo que a una actitud similar del PVEM, partidos a los que de manera tardía buscaron meter al redil. Como usted sabe, estos institutos abandonaron a sus candidatos para regresar a una alianza –oficialmente ya imposible, porque se habían vencido los plazos- con Morena.  ¿A qué se debió esa reacción de la dirigencia morenista cuando ya poco había que hacer?

En el Estado de México la coalición en el poder presidencial operó de manera más eficiente: a pesar de que a la convocatoria de la encuesta para seleccionar candidato(a) se anotaron inicialmente 68 personas, al final quedaron personajes influyentes como Higinio Martínez y Horacio Duarte que fueron a la evaluación final con Delfina Gómez  y aceptaron los resultados. Hay que señalar que los tres pertenecen al Grupo de Acción Política que encabeza Martínez quien será el “hombre fuerte” de lo que ahora han dado en llamar Grupo Texcoco en contraposición al Grupo Atlacomulco, del PRI.


AL MARGEN


PASADA la jornada de votaciones en Edomex y Coahuila, ahora sí Morena entra de lleno a la encuesta para selección de su candidatura a la Presidencia. El domingo 11 de junio sesionará la dirigencia nacional. Llama la atención que de última hora se anote al ex gobernador Manuel Velasco, junto a Gerardo Fernández, para ser considerados en la encuesta de la coalición morenista. El chiapaneco del PVEM tiene nulas posibilidades…pero puede ser convertido en factor de negociación por uno de los aspirantes. Una película repetida. (vmsaman@hotmail.com)