Ejército mexicano, reconocimiento a su lealtad y heroísmo para conservar la paz

Listos para ayudar, apoyar, solidarizarse. Aunque algunos ciudadanos, si no es que la mayoría, ven sus acciones como si fuera una obligación el estar cargando enseres, cocinando, llevando de un lugar a otro despensas

Hace unos días leí una invitación dirigida a los ciudadanos, básicamente era portar un lazo en color olivo. Lo anterior llamó poderosamente mi atención. Se trata de honrar a cada uno de los elementos militares que siempre participan en salvar a una población de inundaciones, quemas, y ahora del coronavirus. 

En otras entregas he escrito que a estas personas se les debería de condecorar como héroes anónimos. Ciudadanos comprometidos con ellos mismos, y por ende con la población. 

A lo lejos se les ve con su uniforme y botas brillosas, pero al entrar en acción todo cambia. Su humanismo siempre va por delante, y ese uniforme y esas botas a veces suelen salir llenas de lodo, porque entraron a rescatar personas de la tercera edad, a niños y mujeres que estaban atrapadas por el agua. 

Ha ocurrido en Tabasco, principalmente, en las inundaciones de 2007 –la más recordada-, luego se presentaron otras, y la más fresca en la memoria es la del año pasado. 

Ahí estuvieron presentes. Listos para ayudar, apoyar, solidarizarse. Aunque algunos ciudadanos, si no es que la mayoría, ven sus acciones como si fuera una obligación el estar cargando enseres, cocinando, llevando de un lugar a otro despensas. 

Los hemos visto como nuestros empleados, e incluso les exigimos, otros más les han insultado, les han faltado al respeto. 

Hemos perdido de vista lo valioso que es contar con un ejército, porque su estigmatización cae en lo invisible. Sí, son tareas que la sociedad sabe que se hicieron, pero no le gusta reconocer. 

El Ejército es una organización extraordinaria, llena de multitud de valores y hermandad, y sobre todo mucha generosidad. Personas que no dudarían ningún instante en poner su vida a disposición de los demás si hiciera falta para que podamos disfrutar de un estado de bienestar y mantener así nuestra seguridad. 

Un ejemplo claro se dio en el malecón de la ciudad, cuando el agua del río Grijalva trató de inundarla. Fueron ellos junto a otras personas de la sociedad civil quienes corrieron para colocar cientos de costales de manera inmediata. 

Fueron ellos, esos héroes anónimos, quienes estuvieron casi hasta el amanecer, pendientes de los diques, porque un error pudo haber costado una nueva inundación a comercios y casas del primer cuadro de Villahermosa. 

Su institucionalidad no tiene límite. Por esa razón no sólo se debe portar un lazo en color olivo como distintivo, aunado a ello, es el respeto a cada elemento por su valentía cuando Tabasco los ha necesitado. 

Tratemos de sensibilizar a nuestros hijos sobre estos valores, así como un día hicieron lo propio nuestros padres. 

Ver a un soldado con su uniforme era sinónimo de alegría y admiración. Se tiene que volver a esos momentos. De ahí lo importante de reconocer sus tareas y su lealtad a México. 

Además, el ejército actual también representa un factor de estabilidad de la nación, ya que fortalece la política, si esta institución desapareciera, podría desestabilizar la política interna y externa.  

PARÉNTESIS 

Una felicitación al escritor Francisco Payró por la publicación de su nueva obra titulada “Con daños y prejuicios”. El volumen fue editado en el 2020 por la Secretaría de Cultura de Tabasco. El libro contiene la versión más presentable de casi la mitad de los relatos que he venido escribiendo (y reescribiendo) a lo largo de veinte años. Francisco Payró adelantó que en breve anunciará la presentación del mismo vía internet. Enhorabuena al amigo por este trabajo. (kundera_w@hotmail.com)