Ejército, sinónimo de lealtad y heroísmo

El Ejército es sinónimo de lealtad. Su importancia en cada uno de los países no es solo para un llamado a la guerra. En el caso de México, su labor va más allá, y a veces para muchos es invisible, pero en realidad ha demostrado su carácter humano en eventos que golpean al país.

Quién no recuerda los terremotos, las inundaciones, incendios u otros fenómenos que dejan casi moribundo a un estado.

En Tabasco estuvieron en la inundación de octubre de 2007. El Ejército representó un aliento de vida, y fue quien se expuso a las enfermedades, fríos, calores, hambre, porque estuvo en cada uno de los lugares afectados.

Su hermandad y generosidad quedó como un sello, todo para que Tabasco volviera a hacer el mismo, cicatrizar sus heridas bajo el escudo del respeto y obediencia.

Pero tampoco debemos olvidar que su principal misión es defender a la sociedad en caso de que se vea vulnerada nuestra seguridad, como lo ha hecho en contra del crimen organizado. Por esa razón, el 19 de febrero se debe celebrar con ahínco al Ejército Mexicano en su día.

Fue en el año de 1913 cuando el XXII Congreso Constitucional del Estado Libre y Soberano de Coahuila, emitió el decreto número 1421, en el cual se desconoció a Huerta como Jefe del Poder Ejecutivo de la República, así como todos los actos que dictara con ese carácter.

Al mismo tiempo le concedió a Carranza facultades extraordinarias en todos los ramos de la Administración Pública para proceder a armar fuerzas.

Carranza, para poder cumplir con la misión asignada por el Congreso de su Estado, creó un ejército para enfrentar y sustituir al Ejército Federal, las bases de éste fueron establecidas con relación a los objetivos políticos, dados a conocer a la Nación en un Manifiesto, publicado en la Hacienda de Guadalupe, Coahuila, el 26 de marzo de 1913, conocido como "Plan de Guadalupe".

El ejército actual también representa un factor de estabilidad de la nación, ya que fortalece la política, si esta Institución desapareciera, podría desestabilizar la política interna y externa.

Lo importante igual es encontrar un equilibrio entre las fuerzas militares y la participación de la ciudadanía, fundamental para establecer el orden y la paz.

Que el respeto hacia esta institución prevalezca, sobre todo de las nuevas generaciones. Enseñarles a nuestros hijos el valor que representan las Fuerzas Armadas, su significado, y el heroísmo bajo sus propios principios que emana.

Se sabe que el Ejército por su naturaleza siempre estará ahí, a la espera, desde su trinchera para salvaguardar la Nación.

Nos queda a la sociedad abonar para la paz y el desarrollo del país, los derechos humanos y seguir reencontrándonos con respeto hacia al Ejército.

PARÉNTESIS

Un libro que se puede recomendar es “Cómo Pinocho aprendió a leer”, de Alberto Manguel. La lectura es un acto solitario –señala el autor-, sin embargo, su consecuencia lógica es el impulso de compartirla con otros, de tomar a un amigo por el brazo y llevarlo a ese pasaje que tanto nos conmovió, nos iluminó, nos llenó de azoramiento o felicidad. (kundera_w@hotmail.com)