El cortesano que hacía mucho ruido con pocas nueces

Significado: En ocasiones, se concede mucha importancia a algo que no la tiene. También se dice cuando se hace mucha propaganda para algo insignificante

Muchos son quienes tienen el convencimiento de que la expresión “Mucho ruido y pocas nueces” proviene directamente del título del mencionado libro de William Shakespeare, célebre autor inglés, pero en realidad esta es la traducción que se le dio al título original de la obra, publicada a finales del siglo XVI, ‘Much ado about Nothing’, cuya traducción literal vendría a ser “Mucho preámbulo sobre nada”. "Mucho ruido y pocas nueces" es un dicho popular que significa que algo o alguien es solo apariencias pero no tiene contenido ni sustancia. ... Es decir, se trata de apariencia, ruido y efectos especiales, simulaciones. Esta adaptación de la comedia homónima de William Shakespeare, se centra en el amor y el daño que los malentendidos o la traición pueden causar. Como ha podido apreciar el lector inteligente con el que afortunadamente contamos en esta columna el tema que tratamos es de absoluta actualidad en Tabasco por los movimientos que ocurren alrededor del hecho muy notable de que el nuevo gobernador de nuestro estado sea el capitán Carlos Merino que goza, siempre lo ha hecho, de una buena fama de hombre justo leal y bueno, además de haber demostrado siempre eficacia en todas y cada una de las encomiendas que se le han encomendado. Y no debería de haber ni ruido ni nueces que romper porque su desempeño como jefe del ejecutivo está siendo impecable y transparente por lo que nadie se ha planteado que sea necesario pensar en otros escenarios. Pero volviendo al refranero para explicar las cosas que suceden en Tabasco, según apuntan un gran número de historiadores, la analogía entre las nueces y el ruido nace (muy posiblemente) de que este fruto seco era muy utilizado en la antigüedad para ser lanzado contra el suelo y provocar estridentes sonidos (como si de petardos se tratara y, de hecho, en algunas celebraciones se lanzaban nueces al paso de los recién casados que al chocar contra el suelo hacían un gran estruendo). Es decir quieren armar ruido para que veamos que hay nueces aunque los ciudadanos lo que queremos es bienestar y paz social y no grillas baratas para satisfacer a los cortesanos, por más cercanías que tengan con el rey. También hay quien indica que la expresión de las nueces y los ruidos, podría haberse originado a raíz del asedio de Amiens de 1597, en el que los hombres al mando de Hernán Tello de Portocarrero, disfrazados de campesinos, lanzaron unas nueces contra el suelo para que el ruido despistase a los soldados que estaban de guardia en la entrada de la población francesa e hiciera que éstos se agacharan a recogerlas, mientras aprovechaban los soldado españoles para entrar en la población. Pero es prácticamente imposible que de ese acto surgiera la expresión, ya que ya era conocida y usada mucho tiempo antes, aunque no se descarta que a raíz de dicho asedio se popularizara. Por ello recomendamos a los cortesanos  inquietos otro refrán: “En boca cerrada no entran moscas” es un dicho popular que nos alerta a ser discretos para evitar que pase algo tan desagradable como la entrada de una mosca dentro de la boca... Como todo dicho popular transmitido de forma oral, es muy difícil descubrir su origen exacto.