El desastre, terrible, es de otros, no de Tabasco

Es tan delicado este asunto

Vaya nuestro más sincero y sentido pésame desde estas líneas para los familiares de los fallecidos en el accidente de la línea 12 del metro de la ciudad de México. Que conste nuestro deseo más ferviente de que los heridos se repongan de la mejor manera, en el más corto espacio de tiempo. Pero no olvidemos que estos acontecimientos son extrapolables a todo el país y más en concreto a las elecciones que celebraremos en apenas unas cuantas semanas. Por desgracia hay que hablar de las consecuencias de este desastre para el futuro político de este país. No se puede ocultar; existe relación entre los desastres naturales, o no naturales, las campañas políticas y los resultados electorales. Los desastres generan una serie de daños materiales y pérdidas para el ser humano, que son utilizados tanto por los partidos gobernantes como por sus opositores (en tiempos electorales) para tratar de obtener un beneficio político. La mala gestión de la crisis por parte de gobernantes en turno, generan procesos de alternancia política (en la que el partido político o coalición gobernante pierde las elecciones), mientras que la buena gestión de los desastres genera las condiciones para que, en tiempo electorales, los ciudadanos apoyen la continuidad de los partidos en el gobierno. En el ámbito político, todo desastre natural puede generar consecuencias que usualmente son aprovechadas por los gobernantes en turno o por sus opositores, para tratar de avanzar sus objetivos políticos. De esta forma, los desastres naturales generan oportunidades y amenazas para los diferentes actores políticos, mismas que pueden convertirse en ventajas o desventajas durante los tiempos electorales. Es tan delicado este asunto, que habiendo ocurrido en la ciudad de México, hay quienes ya han visto la insólita manera de ligarlo a Tabasco sobre la base de que las empresas que instalaron el metro son las mismas que hoy hacen otros trabajos en nuestro estado sin tener en cuenta de que el problema del accidente ha sido el mantenimiento de los trabajos originales y no la entrega de los mismos. Por lo que las empresas nada tienen que ver con el problema. De hecho, una de las consecuencias, por cierto, poco estudiadas, que traen consigo los desastres naturales mal manejados o una reconstrucción mal gestionada, corrupta y llena de escándalos por parte de los gobernantes en turno, son los procesos de cambio del partido político en el poder. En el tramo Marcelo Ebrard, Miguel Mancera es en donde hay que buscar las responsabilidades. A Claudia le roza el problema, pero a quien da de lleno es al actual Canciller y al perredista Mancera. Que saquen a nuestra refinería de Dos Bocas, a lo que nos toca del Tren Maya y otras obras civiles, que nada de nada, de nada, tienen que ver con el triste accidente que hoy por desgracia nos ocupa. En toda campaña electoral se tienen que dar razones poderosas y suficientes, así como movilizar sentimientos y emociones para que los ciudadanos voten por una determinada alternativa electoral y también dar razones suficientes para que dichos electores no voten por los opositores. En estos ejercicios de cortejo, persuasión, denostación y ataque, se utilizan una serie de recursos tanto humanos como materiales, tecnológicos y económicos con el fin de ganar las elecciones. Pero por favor digamos ¡NO! a las mentiras que tratan de obnubilar nuestro pensamiento.