OPINIÓN

El encierro de niños y jóvenes en casa
08/05/2020

Qué tan libre pueden ser nuestros hijos, sobre todo quienes estudian primaria y secundaria, en esta época de pandemia, encerrados a más no poder.

Lo que buscamos como padres es que esta enfermedad no los toque, y por ello se siente una sobre protección, que es válida.

Aunque la otra parte es su educación. Cumplir con las tareas que algunos maestros les mandan de forma diaria, por encargo semanal, así como ver los videos en televisión.

Ante esta situación se reconoce que existe una saturación. Algunos de los padres se quejan porque se dan cuenta que los infantes no pueden estar resolviendo tantas preguntas, las que incluyen cuadernillos de trabajo y los planes de estudio.

Otros docentes comentan que son requisitos para calificar lo que falta del año, pero que no es necesario realizar todos los ejercicios.

La educación a distancia, entiendo, se creó en estos momentos para no dejar el ciclo escolar a la deriva.

Como padres nos ha tocado equivocarnos, y ahora que algunos estamos más cerca de nuestros hijos, caemos en la realidad de verlos estresados, cansados, con ese agotamiento que les impide salir a un parque, a la banqueta de sus casas, patear una pelota o saltar una cuerda.

En este periodo, donde el coronavirus nos tiene en confinamiento, tenemos la gran oportunidad de ganarnos esa confianza de los pequeños.

Una fórmula es platicar más con ellos, y hacerles ver que el encierro tiene sus consecuencias, pero igual existe lados positivos, y son los que se necesitan aprovechar.

Lo mejor que debemos demostrar es si se equivocan con sus tareas, existen otras oportunidades. Algunos tenemos el tiempo, y no es justo que incluso con este encierro se lleven a cabo castigos, y sobre todo físicos.

Debemos valorar el esfuerzo que todos los días realizan, al igual que sus maestros, quienes ahora reciben miles de quejas.

Nadie es culpable de lo que sucede, simplemente nos toca adaptarnos, y apoyar a los niños en ese sentido.

El rol que les toca en este momento no es fácil, porque aunque no lo expresen, sienten un enorme aburrimiento, y por supuesto que desean platicar con sus compañeros de clase y divertirse. 

Por lo pronto busquemos esos caminos que están mirando. Acerquémonos más y seamos partícipes de sus tristezas y alegrías.

Entendamos sus depresiones, porque no es fácil estar en cuarentena a esa edad, sobre todo cuando se tiene a un adolescente.

Retomo lo que escribió en su muro un científico tabasqueño, Eduard de la cruz, “vivimos tiempos complicados, y cada quien, padres, hijos, maestros, directores de escuela, ve las cosas desde su propio cristal, y así ha sido siempre, no es que sea malo, es que cada quien vive realidades del día a día en forma distinta”.

Después de la pandemia seguirán creciendo, tendrán sus propias metas, quizás hoy nos toca llevarlos un poco de la mano, pero un día emprenderán sus propios caminos.

PARÉNTESIS

Las autoridades de la residencia del adulto mayor 'Casa del Árbol' determinaron reforzar medidas sanitarias en el acceso principal para evitar que se den más contagios de covid-19. Aunque no se permite el ingreso a personas ajenas, se puede observar que el personal debe pasar por un módulo de desinfección y recibe gel antibacterial. Hay que multiplicar los controles en una zona donde habitan personas especialmente vulnerables y donde lamentablemente ya ocurrieron contagios.



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