El gobernar en tiempos del COVID-19 (II)

Se exaltaba en varios medios internacionales que la aprobación de Donald Trump y de su presidencia había alcanzado un máximo de 49%, una cifra casi similar a la que la casa encuestadora GEA-ISA revelará en torno al nivel de aceptación del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador; según los mecanismos demoscópicos hechos públicos, con el manejo y formas de comunicar en tiempos del COVID-19, el Yanqui ha crecido, en tanto nuestro mandatario ha reculado (GEA-ISA dice a perdido 10 puntos porcentuales).

Decíamos en nuestra entrega anterior que el deterioro (natural, aunque algunos dicen es muy rápido) de gestión del tepetiteco se vislumbraba en declive; siendo muy honestos se debe decir que dos son los casos que han trastocado la luna de miel popular, el movimiento feminista y junto con pegado la pandemia COVD-19, en ambos casos el mandatario se ha mantenido firme y mucho menos ha renunciado a dejar de ser ÉL, algo que a sus críticos y malquerientes exaspera, pero que al final de cuentas se este a su favor o en contra, se le debe reconocer; “el hombre es tozudo, terco y determinado”, aún cuando entiende que ello genere desgaste.

Debe acotarse que el mandatario estadounidense en su horizonte tiene como primera meta la reelección, por lo que incidirá en mucho en su permanencia en el despacho Oval, el como gestione la crisis, el nivel de respuesta que accione, la entereza y modo “bélico” que muestre en este tiempo de “guerra” para defender la salud y estabilidad económica de su pueblo, algo que a los ciudadanos norteamericanos seduce mucho e influencia en su decisión para mantener el establishment en el poder, en síntesis a Trump la pandemia podría beneficiarle ampliamente, y por ello ha dejado de lado su actitud de desdén ante el virus, y ha asumido una postura ejecutiva, por lo que se ha flanqueado de especialistas para explicar en amplitud las medidas, acciones y llamamientos a sus gobernados.

Para el mandatario mexicano la cosa es casi similar, si bien ni de broma busca la reelección, si sabe que la pandemia ha trastocado ya de importante manera, los planes, ruta y tiempos de la 4T; AMLO sabe que la crisis económica aleja más el prometido crecimiento del 4%, aunado a que sobre la mesa ya está la posibilidad de extender la fecha de entrega de obras insignes (Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, Aeropuerto de Santa Lucia), se puede leer que en los tiempos y formas de Palacio Nacional se sabe que ya no bastará al 31 de diciembre de 2020 para entregar acabadas las bases de un nuevo régimen, “al Presidente, la pandemia le torpedeo el reloj de arena” nos decía un amloista de sepa, por lo tanto, incluso si está ya en la agenda de riesgos que tan bien parado podría llegar a la consulta sobre revocación del mandato, de ese calibre es el impacto del COVID-19 en el tablero político social de este país. 

Por lo pronto el tepetiteco ya se a “medio” convencido del necesario distanciamiento social, por lo que no ha abortado sus giras ni sus mañaneras (“yo tengo que seguir trabajando” responde convencido), pero si ha impulsado las medidas de no concentraciones masivas ni el desmedido abrazo y apapacho popular hacia su persona, aunque todavía cree que no es necesario ausentarse de las fondas y restaurantes, ello en clara defensa de la economía popular, una de las preocupaciones torales de su mandato; además de que ya ha accedido al paro burocrático del gobierno federal, salvo salud, protección civil, seguridad pública, ejercito y marina. Ya veremos si la estrategia adoptada resulta y mantiene a flote el apoyo popular del mandatario, que, aunque presumiblemente ha bajado, aun se mantiene en niveles aceptables y de control.

Zarpazo. Varios ciudadanos chocos y hasta el jefe mayor, dicen que si algo hay que celebrarle al COVID-19, es que si logro distanciar y parar a los alocados futuristas que andaban locos de desbocados caminando promocionándose para el próximo cargo. Un tatequieto oportuno pues.

Zarpazo bis. De extenderse la pandemia ya veremos el capitulo denominado “las campañas en tiempos del COVID”.

Zarpazo ter. La lucha de bloques nunca cesa, y hoy los países más poderosos están en loca carrera por gestar la vacuna contra el COVID-19, pero mientras eso sucede dentro de los medicamentos que ya están en el mercado y que se presume pueden ayudar al tratamiento del virus, Rusia y sus aliados han apretado el acelerador para obtener INTERFERON ALFA 2B, en tanto EE UU ha fijado como meta la obtención, producción, almacenaje y distribución de la CLOROQUINA. ¿A qué bloque se arrimará México?