El hambre y sed del pueblo

El hambre y sed del pueblo

El borrón y cuenta nueva es un arma de doble filo, y no hablamos de aquel que pretende eliminar en la entidad la deuda histórica con la CFE incubada por la resistencia civil, no, hablamos del reto que tiene AMLO de ponerle la cereza en el pastel al gran movimiento y despertar popular que lo llevo a la Presidencia de la Republica; lo dijo el día de su nombramiento formal como electo: “… la mayoría de los ciudadanos mexicanos […] desean con toda el alma, poner fin a la corrupción y a la impunidad”, por lo que AMLO a la manera de Luis Donaldo Colosio sabe y lo ha escuchado a ras de tierra “ que el pueblo tiene hambre y sed de justicia”, quieren ver en la cárcel y ver la incautación de bienes y cuentas de lo que se presume varios se han robado sin recato alguno.

Ya se advertía en este espacio que el nuevo gobierno también tiene claro que no podrá perder tiempo en luchas intestinas y persecuciones legaloides (un clavado en el tiempo nos recuerda aquel “los acusamos de pillos no de tontos”, que decía un súper legitimizado Núñez Jiménez en la plaza de la Revolución aquella noche de julio del 2012) para intentar llevar a la barandilla a EPN y a compañía; AMLO sabe que con el entramado legal existente es casi imposible e inviable llevar ante la justicia a un expresidente, pero también sabe que varios del equipo han dejado huellototas que bien trabajadas, podrían derivar en la presentación ante autoridad competente para que reciban su justo castigo.

He aquí el dilema amloista, ocupar tiempo y baterías para saciar “la furia ciudadana”, implicando el arriesgue de que en la integración de expedientes y el litigio de los asuntos –porque los presuntos indiciados no se quedaran de brazos cruzados- se pueda no tener alguna sentencia condenatoria, u optar por no mirar hacia atrás (¿no se vaya convertir en estatua de sal?) y apaciguar la euforia con las buenas nuevas, bondades y producciones del nuevo régimen; ya el Gobernador de Chihuahua, Javier Corral quien tiene como su apellido, pleito Jurado con la administración Peñista, ha dicho categóricamente que si López Obrador y su reconciliación nacional tienen como premisa el “perdón y olvido” y el Gobierno de Enrique Peña Nieto queda impune, sería una traición a la voluntad popular al pueblo que votó, ello derivado de las declaraciones de Ortiz Pinchetti, quien es representante de MORENA ante el Instituto electoral de la CDMX en el sentido de que consideraba “un error” la investigación penal contra el ex Gobernador priista César Duarte, pues dijo que la persecución “quita recursos y energías que deberían estar destinados al gobierno”, por lo que lo mejor para la reconciliación es el borrón y cuenta nueva; lo verdaderamente interesante, sería el dilucidar a través de un referéndum ¿Cuántos ciudadanos apoyan la misiva de Corral o cuantos están por los postulados de perdón y olvido?

Mira que temas como Odebrech, la ‘Estafa Maestra’, el socavón del Paso Express, la ‘casa blanca’, César Duarte, Javier Duarte, Borge, Etileno XXI, OHL, en momentos de oposición y de debate de campaña fueron banderas para hacerle ver a la ciudadanía que los que gobernaban se estaban sirviendo con la cuchara grande, y si como coloquialmente se dice, los echaron a andar, ahora habrá que dar certeza de que el poder responsable hará lo conducente, sin pasiones, fobias ni intentos vengativos…

Zarpazo. Los ayuntamientos empiezan con la limpieza de las nóminas; ¿Cuántos de los despedidos eran tipo fuerza aérea? Lo importante es que los despidos se hagan acorde a derecho, para evitar un caudal de demandas.