El joven matemático que buscaba internet en un parque

El deseo de salir adelante llevó a Ángel Gabriel Jiménez Isidro a dedicarle todo el tiempo posible a los estudios, sobre todo a los números.

El deseo de salir adelante llevó a Ángel Gabriel Jiménez Isidro a dedicarle todo el tiempo posible a los estudios, sobre todo a los números.

Desde la primaria sus calificaciones fueron de excelencia, a tal grado que estuvo seleccionado en aquel momento para visitar al Presidente en Los Pinos.

Sin embargo, los viáticos, y algo de ropa para estar algunos días en la Ciudad de México casi se lo impidieron, pero gracias a la misma sociedad civil pudo encontrar patrocinadores para llevar un traje y lo indispensable a ese viaje.

Originario de la comunidad Tierra Adentro Primera Sección, del municipio de Jalpa de Méndez, Ángel tiene como uno de los mayores tesoros de su vida varias medallas ganadas en las competencias de olimpiadas de matemáticas, las cuales guarda en una parte de su casa.

En la secundaria obtuvo plata y bronce en concursos de matemáticas. Lo mismo sucedió en la preparatoria, cuando compitió a nivel nacional en la Olimpiada Mexicana de Informática 2019, representando al Plantel del Colegio de Bachilleres número 28, ubicado en la colonia José María Pino Suárez.

Para lograrlo, narra que fueron días muy agotadores, porque tenía que resolver cientos de problemas, y repetir las fórmulas con otras pruebas.

En su caso no había tablet ni computadora, y lo más difícil era salir al parque de su comunidad, y con celular en mano buscar el lugar exacto para encontrar internet, luego bajar las aplicaciones y regresar a su cuarto donde se quedaba hasta la madrugada resolviendo los ejercicios una y otra vez.

En la escuela comenta su madre y algunos docentes, era uno de los jóvenes más callados y apartados, siempre traía consigo una libreta, lápiz y su libro de matemáticas.

En su casa, sobre todo los fines de semana, se mantenía encerrado, apenas si salía a comer algo, porque su prioridad era estudiar una carrera. La televisión jamás fue un distractor para él.

Con poco recurso, el joven quiso arreglar su camino, ver hacia el futuro,  y gracias a la Fundación López Deantes, en el último año de su preparatoria se le pagó un año de internet y le obsequiaron una computadora.

En la escuela era conocido por algunos maestros como Ramanujan, en honor al matemático indio autodidacta en el que se basa la película “El hombre que conocía el infinito”.

Ángel Gabriel siempre se consideró una persona en busca de sueños, objetivos y metas, y uno de ellos era estudiar fuera de Tabasco, a pesar de no contar con los recursos económicos necesarios.

Hace unos días le enviaron tres aceptaciones con beca de estudio al cien por ciento, una de la UNAM, otra del Tecnológico de Monterrey, y una más del ITAM.

Su madre comenta que está decidiendo a cuál de las tres instituciones podrá ir. Aunque de forma paralela buscan juntos alguna beca que pueda pagar el alquiler de una vivienda y alimentación en el lugar que pueda escoger.

Por el momento el coronavirus igual lo tiene confinado, pero sin perder el tiempo Ángel Gabriel sigue resolviendo problemas matemáticos encerrado en su cuarto.

PARÉNTESIS

El gobierno del estado lanzó siete convocatorias para participar en concursos o certámenes de danza, música, teatro, artes visuales, poesía, publicaciones y fomento a la lectura. El compromiso es fortalecer e impulsar al sector cultural de Tabasco, sobre todo, en estos momentos de pandemia. Los artistas, creadores culturales y promotores pasan por una etapa más complicada aún en términos de sobrevivencia; se caracterizan por llevar una vida independiente. Ojalá el Estado asuma la importancia de estas actividades como inversión social.