El llamado “descubrimiento” ¿De qué?

El 12 de octubre celebramos, el llamado “Descubrimiento” o el Día de la Raza, y yo me pregunto:¿descubrimiento de qué? ¿Qué acaso no existíamos los mexicanos, los mayas, los incas?

El 12 de octubre celebramos, el llamado “Descubrimiento” o el Día de la Raza, y yo me pregunto: ¿descubrimiento de qué? ¿Qué acaso no existíamos los mexicanos, los mayas, los incas? ¿De cuál raza? ¿Acaso  la de los tainos, exterminados totalmente en Cuba, al grado de que cuando ya no quedaba ninguno tuvieron que traer esclavos negros de África, cazados y encadenados, como si fueran animales?

Los cronistas oficiales españoles Juan Ginés de Sepúlveda y Gonzalo Fernández de Oviedo, describen en sus relatos históricos, tratando de  justificar la crueldad  y el salvajismo con que se llegó al extremo de  herrar con fierros candentes a niños, como si fueran animales, “que los aborígenes eran homúnculos SUBHUMANOS tan inferiores a los españoles, como los niños son de los adultos, las mujeres de los varones y los negros de los blancos”. Bonita frase para las féminas. Y yo insistiría ¿de qué raza hablamos?

El genocidio fue tan grande, que la población de México al iniciarse la colonia se estimó en 16 millones de personas, y  el censo realizado 50 años después, en 1575, cuando se estableció el tétrico tribunal de la “Santa” Inquisición, registró apenas 4 millones, incluyendo los europeos y los criollos. De ese tamaño fue el tal vez más grande genocidio que registra la historia de la humanidad.

Desgraciadamente tenemos la tendencia malinchista de preferir todo lo extraño, español o gringo,  ignorando y despreciando lo nuestro; nuestras raíces, de las que debiéramos sentirnos orgullosos.

La civilización descansa en seis grandes pilares: Mesopotamia, 6,000 años A.C., con la primera escritura, la cuneiforme, y el primer código, el Hammurabi, que nos habla ya  de la presunción de inocencia, que aún hoy día ignoran nuestros tribunales; Egipto, 4,000 años A.C. que derivó en Grecia y  en Roma.

También La India, 6,000 años A.C.; China, con indicios 18,000 años A.C.; y por último  Mesoamérica, o sea México, con los  Mexicas, y los Mayas, que trabajaban con el “0” (cero) que desconocían en Europa, y eran  cronométricos astrólogos; y la civilización incaica, en Sudamérica.

Pero existen muchos decires sobre el supuesto “descubrimiento”. Solo por mencionar algunos, citaré los vestigios arqueológicos  que existen en Terranova, hablando de la presencia vikinga desde el año 1,000 (500 años antes del supuesto descubrimiento). Se habla de que la ruta a América ya existía y hay  documentos que atestiguan  que en Sevilla ya conocían y sembraban el maíz, llevado desde  el nuevo mundo.

El Papa Nicolás V en Decreto Bula de 1455 había otorgado a los portugueses los descubrimientos en  África y el Atlántico -Por el Tratado de Alcazovas, 1479-,  las Islas Canarias quedaron para España. El Cardenal Rodrigo  de Borja, futuro Papa Alejandro VI, casó en lo oscurito y sin el requerido en aquel entonces permiso papal, a los primos hermanos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Ya como Papa, expidió un nuevo Decreto Bula otorgando a los monarcas que llamó “Reyes Católicos”, la propiedad a perpetuidad con todo lo que contenían, de los territorios “descubiertos” por Colón. Obviamente en perjuicio de los portugueses, acreditando el supuesto “descubrimiento”.

En el Castillo Medina Sidonia existe una nutrida biblioteca con documentos que nos hablan sobre estos temas. Por eso, una vez más, me pregunto: ¿Cuál descubrimiento?, ¿de qué?, ¿día de cuál raza? Como decía don Trino Malpica, ahí queda eso.