OPINIÓN

Poder Político
01/08/2022

Rehén de ambiciones

En la proximidad de conmemorar la gesta de la independencia, el 16 de septiembre de 1810, y posterior consumación, el 28 de septiembre de 1821,  fue la misma causa la que durante una prolongada lucha conjunta comprometida de muchos a ofrendar incluso la vida para sentar las bases por erigir una nación libre y soberana que en la vigencia constitucional se denomina Estados Unidos Mexicanos. Aunque desafortunadamente en la contemporaneidad transversal ha pervivido una fragmentación impidiendo una armonía en la prosperidad, incluso federada.

Lastimosamente México no ha tenido una continuidad estructural en su desarrollo y crecimiento como nación libre y soberana, rehén de un cúmulo de intereses contrapuestos desde el acto de suscribir el acta constitutiva de aquel 31 de enero de 1824 y posterior constitución el 4 de octubre siguiente, a la actualidad.

Este país en el que cohabitan y126 millones  014 mil 024 individuos a marzo de 2020, consignados en el Censo de Población y Vivienda levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, nada más no se puede dar crédito a que no se haya tenido ni se tenga respeto por la Constitución Política de los Estados Mexicanos que es el Plan de Gran Visión al que deberían alinearse los Planes Nacionales de Gobierno, para dar paso a una nación que debiera ser de continuidad, independientemente de los regímenes.

En la permisibilidad de una población limitada en su intelecto hacia quienes en la cúpula política se pelean el mando de un país que en el contexto de las colectividades no se refleja el ideal de una justicia social, comprometida por igual en cada período de la historia a la actualidad.

Conservadores, Liberales, Centralistas, Federalistas, Derecha, Centro, Izquierda Estatismo Populistas, Neoliberales, hasta desembocar en el Progresismo denominado Cuarta Transformación, por igual son corresponsables de que este país que llegó a ser vasto en recursos naturales y humanos,  no halla sido capaz de erigir a un México autosuficiente, aún más en el plano de la Geopolítica.

Reprochable por desde todos los ángulos y cristales con los que se le quiera ver que esta frustrada potencia soberana se quede en la desgracia de estar trunca, porque cada que hubo y sigue habiendo un cambio de Régimen e incluso de gestiones dentro de los mismos, la concepción de nación distinta construida desde cero haciendo a un lado todo lo bueno y trascendente para el buen común que el anterior gobernante hubiera llevado a cabo.

Si un país aspira a la prosperidad debe tener continuidad en sus Políticas Públicas Multianuales, en Programas Sociales y de Infraestructura que se requieren afianzando la prosperidad reflejada en la justicia social, independientemente de la renovación constitucional de las Autoridades Públicas de Gobierno, Ejecutivas y Legislativas.

México es un país donde la continuidad debe ser una constante, replanteando lo que amerite no en función de la coyuntura sino de esa hoja de ruta que sería Un Plan de Gran Visión, que por supuesto lo hay, denominado Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la que se inscribe el Modelo de País y de Gobierno Presidencialista en su Régimen Interior, garante de una justicia social incumplida.

Bajo este paraguas se tiene a pacto federado de 32 entidades locales con marcadas asimetrías en donde el Sur y Sureste ancestralmente están rezagados en los indicadores de prosperidad, respecto del Centro, Norte, Bajío, Occidente y  Pacífico que han gozado de una alta calidad de vida. La coyuntura de los intereses tiene a esta nación. Qué malo por unos y qué bueno por otros, pero la riqueza de estos lares debió ser retribuida en pro de un equilibrio. 

Bitácora

Por el diferendo en el sector eléctrico que transgrede al T-MEC, sumada la Unión Europea, se avecinan eventuales derrotas en páneles de arbitrajes, gestando un nuevo Fobaproa estimando de 50 mil millones de dólares.

eduhdez@yahoo.com




DEJA UN COMENTARIO