El postdebate en materia de acuerdos económicos y migrantes

El postdebate en materia de acuerdos económicos y migrantes

TRUMP ES EL MURO.- Como mediáticas podríamos calificar las bravuconadas de algunos candidatos presidenciales contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ninguna postura beligerante servirá para mover los intereses y cambiar las intenciones de Trump, que a estas alturas se ha convertido en el principal muro entre México y Estados Unidos para cualquier negociación legal. Evidentemente las posiciones de los candidatos Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Ricardo Anaya son distintas. Sin embargo, Ricardo Anaya, prefirió lanzar una estrategia mediática de la confrontación; Meade subrayó continuar con la agenda bilateral que desarrolla Los Pinos, enganchada a la reforma energética en las dos áreas más rentables, la petrolera y la eléctrica; finalmente AMLO, convoca al anglosajón a dialogar y reorganizar la región bajo un modelo democrático con utilidades y responsabilidades compartidas. 

QUIERE NEGOCIACIONES A MODO.- Es muy cierto que estamos en desventaja comercial ante los Estados Unidos y que para efecto de renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) posiciones como las de Ricardo Anaya, no tienen sustento, son antidiplomáticas y conspiran contra cualquier acuerdo. Es lógico pensar que con nadie se negocia lanzando insultos. AMLO suavizó aquel discurso preelectoral y anti Trump cuando se dio cuenta que puede ganar la presidencia y en plan conciliador propone reorganizar la región. Meade ni se despeina porque sabe que en esa parte con los EEUU, el proyecto de su partido y sus aliados continuaría. Ciertamente a nadie le conviene renunciar al TLCAN, pero al parecer la estrategia de presionar es la que usa el presidente Trump para debilitar al gobierno mexicano.

ESTRATÉGICA ESPERA.- Incluso la dilatación que se observa para la firma de los acuerdos del TLCAN, podría ser una estrategia en espera de la definición electoral en México, para una de dos: seguir de frente con camino despejado (como lo evidencia Meade y lo niega Anaya); o ajustar acuerdos ante un proyecto similar al de Trump, nacionalista y de recuperación de la economía y la soberanía que propone Obrador. En resumen: no podemos entregar la riqueza nacional a los EEUU, ni tampoco subordinarnos. Punto..

CALVARIO DE MIGRANTES.- Ciertamente los migrantes de Centro y Sudamérica hacia los Estados Unidos, son atraídos por las dos variables: empleos y mejores salarios. Sin embargo, hay que ver, que para los que vienen de esas regiones la parte más difícil es el tránsito por los más de 2 mil kilómetros de territorio mexicano hacia la unión americana. Ruta crítica en la que los extranjeros provenientes de países como Haití, Venezuela, Colombia, Panamá, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Belice, se enfrentan a la deportación masiva y permanente del Instituto Nacional de Migración (INM). Al menos en la página web, la Segob reportó 32 mil 714 repatriados en el primer trimestre de 2018; destacando Chiapas, con 12 mil 550; Veracruz, con 4 mil 470; Tabasco 3 mil 523, y Oaxaca, mil 453 personas. Mientras que en el mismo periodo el Departamento de Migración gringo deportó a 53 mil, 764 mexicanos. 20 mil más de los repatriados por México a sus países de origen.

TRATADOS CON LOS EEUU.-  En este tema, lo más obvio es que se alcancen acuerdos regionales que incluyan a países de origen del migrante y se trabajen planes de desarrollo incluyentes. Proyecto que necesarimente tiene que ver con las formas de gobierno de los países latinoamericanos donde las estructuras de poder necesitan fortalecer sus democracias, y abrir espacios para la solidaridad y la complementaridad internacional. Una observación es que dejemos de ver hacia el cielo y veamos hacia los hombres, indagar sus problemas y necesidades. Potencializando sus riquezas y sus recursos.