El punto de partida.

Como bien lo apuntaba en días pasados el escritor y periodista Jorge Zepeda Patterson: “Para López Obrador, en cambio, la presidencia no es un punto de llegada, …, sino un punto de partida”.

El caminar del tabasqueño será complejo, demandante y cargado de millones de anhelos y expectativas, ya veremos que tal el paso.

Ayer alrededor del mediodía se dio la calificación de la elección y doña Janine Otálora Melasis, Magistrada presidente del Tribunal Electoral, declaró “es válida la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”, y Andrés Manuel López Obrador fue declarado Presidente Electo y alrededor de las 13:28 horas recibió su constancia de mayoría, un momento buscado por el tepetiteco, sin que mediare descanso, desistimiento, desanimo ni titubeo.

Como es justo, el presidente electo reconoció al pueblo de México por su participación en las urnas, “por su evidente vocación democrática”, y la mejor manifestación de que la mayoría converge en el resultado es la tranquilidad, civilidad y concordia con que se desarrolló el acto mandatado por ley, ya que en 2006 y 2012 los que recibirían tuvieron que llegar por helicóptero en medio de un fuerte dispositivo de amurallamiento. Ayer las vallas humanas, hicieron imperceptibles las de acero, jolgorio y emoción fue lo que prevaleció.

Lo que se debe resaltar es que en ese reconocimiento iba implícito su agradecimiento a los miles de ciudadanos, de esos “de a ras de tierra” que por años lo han seguido sin cortapisas y con una lealtad y una “fe” absoluta, pero además AMLO desde el estrado de la sala de sesiones del TEPJF, reconoció el papel fundamental de la clase media  y de los acaudalados, esos que en ocasiones anteriores no habían apostado por él en forma masiva y mayoritaria, y que hoy le han “comprado” el proyecto en aras de construir un país más igualitario, con paz, justo, sin privilegios oligárquicos y sobre todo, que permita tener condiciones de ingreso digno para la satisfacción de las necesidades primarias de cada hogar; sin duda una cohesión histórica y sin precedentes.

Bien lee Andrés Manuel, que la principal causa de su triunfo arrollador, es el hartazgo de los ciudadanos, el rechazo enérgico de la prepotencia, el influyentismo, la deshonestidad y la ineficacia, y claro debe tener que erradicándolas podrá dar justicia en todos los ámbitos, y en esa medida los millones de agraviados van a poder otorgar el perdón, van a poder sanar y obtener paz interior.

Bien haría el Presidente electo en seguir la ruta de planeación del sexenio de la transformación, pero mejor sería que la hiciere dando el pleno espacio al presidente en funciones, para que a partir del 01 de diciembre se pueda ver a sus anchas el verdadero talante y talento del primer presidente emanado de la izquierda…

Rosetitas. Qué difícil es el estigma de PEMEX, aquí en la entidad la empresa productiva es culpable hasta que se demuestre lo contrario; de ese calibre es uno de los retos de Octavio Romero, y en su condición de paisano, más…

Zarpazo. Sorprende la sensatez y frontalidad de Cesar Burelo; el delegado del CEN de MORENA da muestras de que entiende la nueva dinámica de hacer política, ya veremos si es perdurable…