El “Síndrome del Ombligo”

El “Síndrome del Ombligo”

NOTA BENE

El “Síndrome del Ombligo”

Después de las tormentas parece que viene la calma en el PRD. El pronunciamiento de la nueva dirigencia respecto a los métodos de elección de sus candidatos ha establecido reglas del juego claras para todos los aspirantes y eso acompañado de un árbitro imparcial como es Darwin González Ballina que hasta ahora está demostrando autoridad y oficio. Los pronunciamientos del Gobernador, Arturo Núñez en el sentido de que no intervendrá en el proceso de elección, aclarando que “no soy un suicida político” y declarando que las encuestas son una herramienta muy eficaz para la designación de los candidatos ha rubricado que el proceso está encauzado y por tanto las zancadillas, codazos y pisotones entre los aspirantes ya no tienen sentido porque el adversario de verdad no está dentro del perredismo, sino fuera. Los números que arrojan las encuestas son muy claros: El PRD en Tabasco se enfrenta a MORENA que tiene una tendencia de votos muy alta y al PRI que aunque no está en sus mejores momentos tiene la grandísima ventaja de que las izquierdas van a la consulta electoral divididas y por tanto piensa acertadamente que puede “colarse” en determinadas circunstancias hasta en la gubernatura y desde luego en muchos municipios e incluso gozar de un nutrido grupo de diputados que compliquen y mucho una hipotética gubernatura del PRD o de MORENA. Esas son las circunstancias, y no otras, con las que tienen que trabajar los partidos políticos. En ese escenario para nada conviene a nadie en el perredismo entrar en batallas internas que además de ser inútiles son perniciosas para las aspiraciones de seguir manteniendo el poder. Dicen que los conflictos no se olvidan, sino que se silencian y eso parece lo más prudente. Al menos de momento. Uno de los problemas principales con el que se pueden enfrentar es el que me permito bautizar como “Síndrome del Ombligo”. Básicamente los síntomas consisten en que en vez de mirar hacia adelante, y a los lados, para ver lo que uno tendrá que enfrentar existe la tendencia a mirarse al ombligo, hacia uno mismo, como una aspiración positiva. A como están las cosas si un partido político padece el más mínimo enfrentamiento interno debe tener la seguridad de que en las urnas tendrá la penitencia correspondiente a su pecado.

Por Antonio López de la Iglesia