El vértigo, los “ninis”, y el pueblo que se “equivoca CASI siempre”

El vértigo, los “ninis”, y el pueblo que se “equivoca CASI siempre”

Da vértigo la velocidad con la que están cambiando las cosas en este país y en Tabasco. En apenas unos días ya se ha hecho un cambio muy notable en las instituciones como la cámara de diputados local y federal, el senado, el Presidente Electo, AMLO y el Gobernador Electo, Adán Augusto López se mueven, si no con poder legal, si con mando real y todo, todo, anuncian esas transformaciones radicales en la forma y en el fondo de como vemos la política. Pero también vemos la avalancha de desapariciones de políticos que saltaban de un lado a otro y siempre conseguían parasitarse en algún cargo. En este país, y en Tabasco, nadie se retiraba de la política a trabajar honradamente en alguna profesión, nadie renunciaba hasta que no pasaran unos cuantos días de que lo echaran y lo admitieran en una delegación federal, por poner un ejemplo. Por otra parte, lo curioso es que las promesas de campaña que se formularon con bocetos de propuestas, ahora vemos como sobre la marcha van tomando forma. Mucho se ha criticado la propuesta de AMLO de subvencionar a los denominados “Ninis”, que ni estudian ni trabajan, con 3.600 pesos al mes para que tengan un estímulo que les permita seguir estudiando o prepararse aprender una profesión y luego trabajar, pero ahora ya conocemos con exactitud cómo se aterrizará este programa que a muchos les parecía demagogo, por no decir inviable. No se trata de darle el dinero al joven sino que las empresas que se decidan a contratarlos tendrán esta ayuda que incluye darle de alta a la Seguridad Social con lo que iniciarán su historial y sus cotizaciones para la jubilación y otras prestaciones que tiene cualquier trabajador. Ese sistema ha dado muchos resultados en países en desarrollo e incluye también a desempleados de larga duración que son padres de familia,  e incluso adultos mayores que les faltan uno o dos años para obtener su jubilación y que de esta manera concluyen su ciclo de vida productiva y disfrutando de sus beneficios económicos totales. En otros países se les da subvenciones muy significativas y jugosas a aquellas empresas que contratan a trabajadores con capacidades diferentes, que así logran la inclusión total en la sociedad dejando de ser una carga para la familia. Y así…por ahí es el camino y no hay que inventar mucho porque ya hay experiencias positivas internacionales más que de sobra para saber que eso funciona. El pueblo no es tan tonto como parece, ni como viene demostrando históricamente y también histéricamente que lo es. El ya legendario líder comunista español, Julio Anguita, que se dejó parte de su compartido corazón predicando y triplicando su programa, programa, programa, acaba de decir que “el pueblo se equivoca casi siempre”. Todo parece indicar que formamos parte de ese “casi” ilusionante que hemos acertado. Con sus “jalones y estirones” propios de todo lo que comienza parece que encontramos la luz al final del túnel… aunque algunos agoreros aseguren que la luz es de otro tren que viene de frente a toda velocidad.