Elecciones: poder o democracia; encuestas y urnas, el voto oculto

Elecciones: poder o democracia; encuestas y urnas, el voto oculto

*Ayer, 20 millones convocados a las urnas; vencer abstencionismo

*En juego también las dirigencias nacionales y las candidaturas del 2018

*Preocupantes limitaciones en los órganos electorales para “piso parejo”

EN LAS ELECCIONES sigue imponiéndose la lógica del poder y no la democracia, como lo acaba de mostrar la atención a los procesos que convocaron a las urnas a 20 millones de mexicanos, pero que si bien nos va en realidad votaron unos 10 millones. La mitad. Podemos observar que el interés se concentró en Edomex, y en menor medida Coahuila y Nayarit. Fueron prácticamente ignoradas las campañas y votaciones por 212 presidencias municipales en Veracruz y más de 400 “presidencias comunitarias” en Tlaxcala.

Las alcaldías tradicionales (Veracruz) y el cuarto orden de gobierno (Tlaxcala), son los gobiernos más cercanos a las necesidades de la gente. Ni unos ni otros aparecen en encuesta alguna previa a los comicios del domingo. Mucho menos la única elección en Oaxaca: el pequeño municipio de Santa María Xadani, de apenas unos 8 mil habitantes, que también votaron por sus concejales del Ayuntamiento.

OCULTOS E INDECISOS

LAS ENCUESTAS para la elección a gobernador en Edomex, Coahuila y Nayarit fueron un ejemplo de la dificultad para medir la intención del voto. Siempre quedó una enorme franja de indecisos.

Sólo en el caso de Nayarit hubo, desde el arranque del proceso, una cierta coincidencia al dar como posible ganador al candidato de la alianza PAN-PRD, Antonio Echevarría. Los sondeos recientes, unos días antes de la votación, le daban una ventaja promedio de 20 puntos frente a Manuel Cota del PRI en tres firmas encuestadoras.

Por lo que hace a Coahuila, de cuatro reportes de encuestas dos (Reforma y Excelsior), colocaron a Guillermo Anaya del PAN con una ventaja de entre uno y cuatro puntos; por el contrario, otros dos reportes (El Financiero y El Universal), daban por ganador a Miguel Riquelme del PRI, con ventaja de entre cuatro y seis puntos. Diferencias evidentes que podrán contrastarse con los resultados este lunes.

En Edomex, como usted pudo constatar, muy pronto la competencia pasó a ser entre el PRI y Morena, relegando al PAN a un tercero y hasta cuarto lugar según los sondeos. En los reportes previos a la votación, dos medios (Excelsior y Reforma) daban ventaja de un punto a Delfina Gómez, de Morena; en tanto que otros dos (El Financiero y El Universal) otorgaron el primer lugar a Alfredo del Mazo, con unos cinco puntos.

Los candidatos independientes, en todos los casos, tuvieron un desempeño limitado ubicándose en cuarto o quinto sitios. En Edomex hubo un aspirante independiente a gobernador, en Coahuila dos y en Nayarit cuatro.

El mayor desafío en los cuatro estados con elecciones fue vencer el abstencionismo. En especial en Edomex, donde la participación de los votantes ha estado por debajo del 50 por ciento. Sólo Coahuila presenta un mejor comportamiento ciudadano, por lo menos en los registros oficiales.

LE APOSTARON A TODO

LAS ELECCIONES del domingo se tienen que analizar en varios niveles, por su impacto: la disputa por las gubernaturas, lo que implica como ensayo o adelanto de la contienda presidencial, los efectos que tendrá en las dirigencias nacionales del PRI, PRD y PAN –y en este último caso, por las aspiraciones de Ricardo Anaya para estar en las boletas en el 2018; es también una prueba para la capacidad organizativa de los partidos y sus estrategias, lo mismo que para las autoridades electorales, tanto el INE como los órganos locales.  

En primer lugar fue colocada la contienda por la gubernatura en tres estados, sobre todo en Edomex, porque de esto depende cuántas entidades estarán bajo la administración de los principales partidos políticos en el 2018. Esto vale sobre todo para PRI y PAN, que tienen mayor presencia territorial. El tricolor cuenta con 12 gubernaturas y los panistas otras 12, el PRD sólo cuatro. Aunque hay cada vez más vigilancia electoral, de los medios y ciudadanos, todavía son un factor de peso los recursos de que disponen los gobiernos para hacer campañas paralelas.

En el caso de las gubernaturas, Morena no tiene ninguna, pero se ha convertido en una fuerza altamente competitiva para el 2018. Por lo menos es lo que se observa en una de las plazas estratégicas: la de Edomex, como también lo mostró en Veracruz y en la Ciudad de México. A propósito de Veracruz habrá que destacar que aunque en ese estado sólo se votó por presidentes municipales, los resultados son importantes porque sobre esa base electoral competirán los principales partido el año próximo por la gubernatura y también por la Presidencia.

Hay que hacer notar que Veracruz, junto con el Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México tienen el 35 por ciento de los electores potenciales, por lo que son determinantes en el balance de los partidos políticos para la disputa por Los Pinos.

ENSAYO Y ERROR

LAS VOTACIONES en el Estado de México tienen en este sentido un peso específico, ya que cuenta con una población de más de 16 millones de personas, un 14% de la población del país, y con 11 millones 300 mil votantes potenciales. Para que tengamos una idea de su importancia, en las elecciones estatales del 2011 –previas a la elección de Peña Nieto como Presidente-, el PRI obtuvo tan solo en esa entidad 3 millones de votos y el PRD logró un millón de sufragios y el PAN 598 mil.

Como puede observarse, aunque sus votantes potenciales pueden definir una elección presidencial, el obstáculo ha sido la baja participación de los ciudadanos. Es considerada una entidad con gran reserva de votos y también lo que allí sucede influye en la percepción de los habitantes de la Ciudad de México.

Las elecciones de ayer domingo, fueron colocadas por todos los partidos y por los medios de información como un ensayo de la contienda presidencial. No tanto porque sus resultados se reflejen mecánicamente en la conducta de los ciudadanos en el 2018 –el PRI ganó la gubernatura en Edomex en 1999 y 2005, pero perdió la Presidencia-, sino porque sirve para conocer la organización y los recursos que cada partido pondrá en práctica, sus limitaciones y capacidades. 

PAN y PRD se vieron obligados a adelantar la posibilidad de una alianza con candidato común a la Presidencia, lo que precipitó un debate al interior de las corrientes solaztequistas. Si se diera el caso –todavía remoto- de una coalición PRD y el PAN, estos partidos se verían obligados también a convenir en los estados donde habrá elecciones para gobernador el año próximo. Nueve entidades: Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Morelos, Veracruz, Yucatán, Chiapas y Tabasco. (vmsamano@yahoo.com.mx)