En el PRI, con Gina Trujillo, se está recuperando la militancia perdida

En el PRI, con Gina Trujillo, se está recuperando la militancia perdida

Aún en estado de “velar armas” para la pelea de la campaña electoral los candidatos siguen midiendo su “músculo” de diferentes maneras. Estos días pasados ha sido la batalla presencial de la militancia ante las puertas del IEPCT. Algunos, no todos, se empeñaron en la tarea inútil de acumular algunos seguidores de buena fe y entusiastas verdaderos, con el viejo arte del acarreo, lo que era evidente y con eso se neutralizaba la intención de apabullar al adversario. Solo ganaron los acarreados que en estos tiempos de desempleo galopante pudieron ingresar entre 50 y 200 pesos, según las posibilidades del candidato, asunto que se explica con el refranero popular perfectamente: “Según el sapo fue la pedrada”. Ni esas demostraciones de fuerza sirven para conseguir votos ni para subir en las encuestas ni en los sondeos que siguen sin moverse y sin registrar alteración alguna en las preferencias de voto antes de la campaña. Adán Augusto sigue en primerísimo lugar y aunque no crece nada tampoco baja. La única que si está creciendo, sin pausa, es Gina Trujillo que además ha emprendido una inteligente campaña con la que trata de que regresen los militantes que fueron a probar fortuna a otros partidos, principalmente a MORENA, y que ahora, desilusionados del trato recibido se les ve como si estuvieran “arrastrando la cobija”, cargados con la culpa de una aparente traición a sus orígenes y huérfanos de ilusiones, con el temor de volver a su casa priista por temor a los reproches. Gina les está diciendo que regresen al hogar priista, que les están esperando para recibirles con los brazos abiertos y que nadie les va a recriminar nada. Que los entiende porque también en las anteriores administraciones priistas se les olvidó, y se les utilizó para que crecieran determinados personajes que ahora se ha demostrado que solo buscaban su interés personal como lo han seguido haciendo ahora en otros partidos políticos. En definitiva Gina les está prometiendo que es la hora de la militancia. Menos generales y más tropa podría ser el espíritu del llamado. Un claro ejemplo de lo anterior se ha visto con mucha claridad en Huimanguillo en donde más de 600 personas, líderes de toda la Chontalpa, que se habían pasado a MORENA regresaron a las filas priistas gracias a que Gina Trujillo les abrió las puertas y a que la candidata a la presidencia municipal de esa localidad, Minés de la Fuente, les merece toda su confianza y respeto. No será esto un hecho aislado y se prevén movimientos muy parecidos en todos los municipios, ya que las deserciones de determinados militantes destacados en búsqueda de candidaturas que no pudieron obtener en el PRI con presiones y chantajes, no solo no ha sido una sangría de militancia, sino que han propiciado el acercamiento de los que fueron agraviados por los que hoy huyen. Como nunca parece necesario que el compromiso con las creencias y la ideología prime sobre el legítimo interés por ocupar un cargo público para servir a los ciudadanos. Por eso Gina Trujillo no solo crece en las encuestas sino que aumenta las preferencias con su electorado natural que ha iniciado una corriente que aumenta y que puede dar muchas sorpresas.