¿En encrucijada?

¿En encrucijada?

¿Debe José Antonio Meade Kuribreña declinar a su candidatura? ¿Debe el PRI y la cúpula sustituir al candidato presidencial?

Los lineamientos, la razón ideológica, el libro interno de conducta política  pues, marca que no; en el PRI está prohibido declinar, está prohibido desfallecer, está prohibido darse por vencido, así de claro.

En un país cansado y que además no entiende de tecnicismos, un candidato diestro es poco o nada rentable, esa es una dolorosa realidad; lo que la plaza anhela son palabras esperanzadoras (aunque sin sustento presupuestal) en lugar de certezas; el que escribe no debe negar que todo el escenario ha sido perfectamente construido por los que nos han gobernado, ir en contra de esa inercia y “verdad ciudadana” sería suicida, así de simple. Se han pasado de lanza, diría la chaviza (y  es en referencia a los jóvenes, “no vaya ser que me metan el costal de los agoreros de la guerra sucia”).

Los analistas dicen con vehemencia que Pepe Meade no prende, que no logra conectar con el electorado, que ni siquiera emociona a los de su partido, sin embargo se debe decir con neutralidad que el candidato priista ha hecho un esfuerzo loable y mejor aún, se ha convertido en un factor poderoso de decisión; ¿a poco creen que el llamado de AMLO a seguir y perder con dignidad es casual?

Meade Kuribreña, el ciudadano, uno de pocos que ha logrado ocupar cinco secretarias federales, representa a cabalidad al valeroso PRI, a las fuerzas vivas de un partido que bien o mal ha construido lo que hoy defendemos como nación, representa al ciudadano que está convencido de que a eso que llaman el “status quo” no es necesario darle un golpe violento, sino simplemente matizarlo y revitalizarlo; sus dirigentes hoy día han mostrado lealtad y congruencia, apostaron por él y no titubean, al menos públicamente, lo que al candidato le toca, en él se ve y se siente no ha cejado. Gane o pierda, deberá decirse que fue un candidato, cargado de experiencia, técnica y aplomo para afrontar un campaña que disto mucho de ser lo que el país y su realidad quiere…

En mi Punto de Vista, es necesario para el debate la diversidad de ideas, pero aún más, es urgente el escrutinio ciudadano del actuar de los partidos y de los hombres y mujeres adherentes, militantes y simpatizantes; porque hoy  más que nunca sigue vigente el postulado de los “controles y equilibrios” para definir el país que queremos para los años venideros.