En riesgo la apertura a la pesca en el Golfo

El 11 de septiembre de 2003, el gobierno federal publicó un decreto donde las secretarías: Marina, Ganadería, Pesca y Alimentación, junto a la de Comunicaciones y Transportes, vedaban a la pesca una extensa zona por más de 17 kilómetros cuadrados del Golfo de México.

Durante cerca de 15 años cientos de pescadores de las costas de Veracruz, Tabasco y Campeche han tenido que alejarse cada vez para tratar de obtener la pesca que durante décadas obtenían cerca de las costas, y cerca de las plataformas petroleras.

Con este acuerdo, que se denominó “acuerdo intersecretarial 117”, se criminalizaba al pescador y solo se permita el paso a embarcaciones petroleras. La expulsión de los pescadores del mar corrió a cargo de la Marina.

Sin embargo, a pesar de la presencia de la Marina, se continuaban reportando asaltos a pescadores en pleno mar, y a plataformas petroleras, quedando claro que el trabajo de la corporación federal se limitaba a impedir a los pescadores acercarse a las plataformas.

 Fue hasta principios de 2016 cuando muchos pescadores vieron como una esperanza del compromiso que hizo el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, en la capital tabasqueña, cuando mencionó que los impactos de la crisis petrolera en los estados de Tabasco y Campeche, se realizaría la apertura de la pesca en el Golfo de México con la finalidad de generar fuentes de ingresos para la zona. Esto como parte del programa de reactivación económica de estas dos entidades del Golfo tan golpeadas por la crisis mencionada.

El anterior acuerdo se vino abajo cuando el 11 de octubre de 2016 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo modificatorio que señalaba que para conocer qué zonas cercanas a las plataformas susceptibles de abrir a la pesca, se ordenaba al Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), a realizar los estudios necesarios.

Para cumplir con este mandato, el Inapesca movió una embarcación científica del otro extremo del país al estado de Campeche para realizar los estudios requeridos. Los resultados de dichos estudios que estuvieron culminados a principios de este año.

Las conclusiones de Inapesca son contundentes: están dadas las condiciones favorables para abrir a la pesca la zona de más de 17 mil kilómetros cuadrados vedados durante casi 15 años. La zona de protección se reduciría a menos de 2, 500 kilómetros, por lo que la pesca se podría realizar en más de 15 mil kilómetros cuadrados que hoy están cerrados.

Esta semana Pemex dijo que desde el mes de diciembre está reforzando la seguridad de las plataformas incrementando el área de prohibición para navegar cerca de dicha infraestructura, y sosteniendo pláticas con la Marina, la PGR y el CISEN, con el fin de reforzar la seguridad de la zona.

Todo sin consultar a los afectados de estas nuevas medidas: los pescadores, que seguirán viendo cómo aquella actividad económica a la que le permitieron la entrada en sus sitios de trabajo en la década de los 70 del siglo pasado los termina de desplazar.

De no aceptar Pemex las propuestas modificatorias del Inapesca, los pescadores de mar seguirán sufriendo los impactos en su economía y en su vida, al tener que seguir arriesgándose kilómetros adelante de la zona de exclusión petrolera.

Es necesario una mesa de negociación entre dependencias y pescadores de mar, en igualdad de condiciones. De otra manera la palabra empeñada por Peña Nieto en mayo de 2016 quedará sólo como promesa.

POSTDATA

El gobernador Arturo Núñez ha reiterado que busca que prevalezcan en Tabasco condiciones ejemplares para las elecciones de julio próximo. Dio instrucciones a sus funcionarios para que se abstengan de desviar recursos, al tiempo que ha formado diversos convenios con dependencias federales y órganos autónomos para contribuir a prevenir los delitos electorales. El propio candidato de Morena, Adán Augusto López, reconoce la disposición de Núñez, lo cual habla bien de la civilidad entre el gobierno y esta oposición. Abonar a la gobernabilidad es fundamental en un contexto de alta competencia.