Encuestas de Morena: la desconfianza obliga a una aplicación técnica y políticamente compleja

Usualmente Morena aplica una encuesta con nueve preguntas que al final daban como suma el resultado

*No sólo las preguntas, sino también una urna simulada

*Sheinbaum quiere varias preguntas; Ebrard, sólo una

*Buscan controlar los gastos de campaña…casi al final


LAS ELECCIONES en México son cada vez más costosas por la desconfianza que tienen los participantes, coinciden varios especialistas. Para evitar el “fraude” se añaden candados que inciden en los recursos financieros y humanos. Y no puede escaparse a esta circunstancia la consulta de Morena para seleccionar a quien dirigirá “la defensa de la Cuarta Transformación” –esto es, para quien suceda a Andrés Manuel López Obrador en el liderazgo del movimiento y del gobierno. Por lo que se sabe hasta ahora, las encuestas que aplicará la coalición en el poder a finales de agosto serán de una complejidad técnica sin precedente.

Pero no sólo eso, también las campañas de quienes aspiran al cargo es criticada interna y externamente por el costo. A tal grado que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y las 32 dirigencias locales de Morena, pidieron a “las y los actores políticos” del movimiento no dejarse llevar por el entusiasmo desmedido y sí actuar “con responsabilidad y ética política”. De manera que expusieron su preocupación por la “aparición de propaganda (cada vez más ostentosa) en las entidades federativas relacionada o identificada con compañeras y compañeros del movimiento”.

Llamaron a sus militantes que aspiran a cargos de elección deslindarse “pública, política, financiera y jurídicamente” de cualquier tipo de campaña dispendiosa (espectaculares, pinta de bardas, lonas, etc.) y adopten todas las medidas eficaces a su alcance para detenerlas. También se pronunciaron contra la descalificación en redes sociales (virtuales) “que pudieran rayar en la guerra sucia”. Esto seguramente es resultado de la queja de algunos participantes en el proceso, así como de señalamientos públicos. El exhorto fue difundido el 8 de agosto, a sólo dos semanas y media de la realización de la encuesta oficial.

FORMATO HÍBRIDO

QUIEN CON más insistencia ha hecho advertencias es Marcelo Ebrard. Ha dicho, o le han hecho decir, en qué condiciones estaría en desacuerdo con los resultados de la encuesta. El pasado 7 de agosto comentó que “la única excepción que yo haría a la decisión que he tomado es una chicanada (…) como alterar o querer alterar el resultado, eso sí, sería un punto de ruptura”. El 9 de agosto reiteró: Sería un suicidio para Morena si se altera el proceso de encuesta para favorecer a alguno de los aspirantes.

En menor medida, pero también Ricardo Monreal mantiene una posición crítica y de reservas a las encuestas de su partido. Fue quien más abogó en las llamadas “encuestas espejo”. Claudia Sheinbaum, cuyo equipo muestra mediciones que desde hace varios meses la registran como puntera, se declara respetuosa de los sondeos; por su parte Adán Augusto López critica lo que llama reportes a contentillo o “anímicas”.

Fue Ebrard quien adelantó algunos detalles del próximo ejercicio. Por lo menos es su versión, hasta que la semana próxima se conozcan quizá las características del sondeo. Sostuvo en una entrevista que los encuestadores harán serie de preguntas, pero también entregarán una boleta para que los ciudadanos consultados voten por  la persona de su preferencia, y este resultado valdrá 7.5 puntos, asegura; en tanto que las otras preguntas representan el otro 2.5 por ciento. De acuerdo a este aspirante, serán alrededor de 15 mil personas quienes respondan al sondeo en todo el país.

Otra versión indica que el equipo de Claudia Sheinbaum apoya no una sola pregunta sino varias que permitan valorar a los aspirantes. En el caso de la presunta boleta, han sugerido que el valor no sea de 7.5 son de 5.0, para que las preguntas de la encuesta tengan sentido.

La complejidad del diseño de la encuesta fue también adelantada por Zedryk Raziel, del periódico El país (14 de julio 2023). El periodista hace énfasis en la “la desconfianza de los aspirantes” hacia la dirigencia de Morena respecto a la encuesta que se aplicará a finales de agosto a toda la población, sin distinción de militancia partidista.

Aunque cuando publicó su texto reconoció Raziel que la encuesta no estaba diseñada en su presentación final, sí era posible señalar que el Consejo Nacional de Morena estableció que será domiciliaria y tendrá un formato híbrido: “una parte será un cuestionario, y la otra, algo parecido a una boleta electoral”. Se trata de evaluar los atributos reconocidos y otro talón en el que la persona entrevistada marcará en un recuadro a quién de los aspirantes prefiere como candidato o candidata presidencial. Esta papeleta se depositará “en una urna transportable. Ese talón tendrá el mismo folio que el cuestionario del que se desprenderá, para llevar un control”.

AL MARGEN

COMO LO SEÑALÓ hace unas semanas Rodrigo Galván, director de Demotecnia (De las Heras), usualmente Morena aplica una encuesta con nueve preguntas que al final daban como suma el resultado. Ocurrió por ejemplo en 2017, cuando Ricardo Monreal obtuvo el mayor puntaje en reconocimiento, pero fue superado por Claudia Sheinbaum en el resto de los reactivos. Entonces se dijo defraudado, pero Martí Batres –quien ocupó el segundo lugar- levantó la mano a Claudia…y Monreal fue jefe del Senado, Claudia Jefa de Gobierno y Martí es ahora gobernante sustituto.

Mientras, el Frente Amplio opositor (PRI-PAM-PRD) avanzan en la selección de su posible candidato(a). Como era previsible, los perredistas Mancera y Aureoles quedan fuera ante la falta de presencia territorial solaztequista. Pero este es un tema para abordarlo con más amplitud.(vmsamano@hotmail.com)