Entre el descrédito y la mentira

Hay adversarios al gobierno de la cuarta transformación, hundidos en el descrédito y la mentira. No todos los opositores, pero hay quienes padecen hoy lo que le pasó al Pastorcillo Mentiroso: fueron tantos los agravios que hicieron al pueblo, y de promesas incumplidas, que los gritos desesperados de alerta y auxilio que hoy arrojan a la ciudadanía de “peligros y daños que pueden padecer” por las medidas y programas instrumentados por el gobierno obradorista, aún cuando cuando pudiere haber algo de cierto en alguno de reclamos, por automático la población los descalifica y desconoce.

Qué difícil debe de ser lo que sienten y les ocurre. Caerse de la nube mas alta como a veinte mil metros de altura y no perder la vida (como dice la canción), pero si el poder; seguramente la desgracia es descomunal, reconoce Marko Cortes en una entrevista: -Qué le puedo proponer a la poblacion, si me van a responder ¿porque no lo hicieron cuando pudieron? En verdad que debe de resultarles muy frustrantes.

Decía un Santiago Creel sobreactuado, al punto de las lágrimas: “¡Manuel, si te metes con uno, te metes con todos!”. Pero siendo sinceros, la realidad que yo veo, es que todos se meten con uno y ese uno los trae locos a todos.

El descrédito y la mentira debe resultarles más pesada que la piedra que cargó el Pípila en la toma de la Alhóndiga, se preguntaba el otro día en el mercado una señora ¿Será que estos ingratos no se dan cuenta de sus delirio? Entonces le respondí: pues si señora, si se dan cuenta, pero la ambición por el poder le gana a la razón.

Intento tras intento son desenmascaradas sus mentiras. No tienen argumentos ni propuestas para el pueblo. El gobierno que edificaron en el país fue de fiel servilismo a los intereses extranjeron, de saqueo y complacencias de empresarios coludidos con el poder político; pobre de ambiciones válidas para hacer del país una nación pujante y desarrollada, con recursos humanos y naturales comprobados. Basta con girar a nuestro alrededor para ver como el pueblo se las raja por salir adelante. ¿O es que acaso son una partida de flojos los que envian las remesas mes con mes a nuestro país?

La entrada de “inversionistas extranjeros” que llegaban al país ¿eran acaso para generar empleos y riquezas? ¡No!, salvo honrosas excepciones. Es por eso que hoy los corruptos gobernantes del pasado inmediato, andan como dementes desesperados, rabiosos anhelando retomar el poder.  

Menospreciaron el sufragio de las mayorías y en sus arrebatos de locura, más tardan en generar y difundir una nueva mentira, en las que el pueblo y la raza los desenmascaran. El mes pasado y lo que va de éste, inventaron una candidata indígena que se hizo millonaria con la venta de gelatinas, un general patito, ahora sus todólogos de la televisión les da por ser pedagogos y analistas de libros. Mis cocoyoles son más dulce diría mi abuelo. El virus del comunismo es otro de sus trastornos, que está provocando risa en todo el mundo. Y por si no lo sabe, en México hay mas petróleo que agua dulce en Monterrey.