Es la hora del Sureste
06/07/2022
La política, como bien la describió nuestro orgullo de Tepetitán, es pensamiento y acción
“El sur también existe”, es una sentencia del presidente Andrés Manuel López Obrador que aún retumba. Recientemente lo reiteró en la inauguración de la primera etapa constructiva de la refinería Olmeca-Dos Bocas, el proyecto de infraestructura de mayor envergadura en la historia del México contemporáneo y que, una vez en operación, contribuirá a reducir la brecha de desigualdad entre el sur y el norte.
La política, como bien la describió nuestro orgullo de Tepetitán, es pensamiento y acción, “y en tiempos de transformación, lo más importante es la acción”. La nueva refinería es testimonio de ello.
La planta de refinación Olmeca, construida en la región donde floreció la primera civilización del continente Americano, representa una gran obra de infraestructura de alta eficiencia energética y está equipada con la más moderna tecnología del mundo para procesar 340 mil barriles diarios de crudo.
También es símbolo del potencial creativo de la Cuarta Transformación, al amalgamar la visión geopolítica para lograr la seguridad energética de México; la conjunción del talento de obreros y especialistas que, aun en medio de la pandemia, reivindicaron a la ingeniería mexicana como una de las mejores del mundo; y una política pública de desarrollo regional que da respuesta a la demanda histórica de la región Sur-Sureste y sus entidades petroleras.
El presidente López Obrador dejó claro que la política se materializó en la construcción de la refinería Olmeca como pensamiento, acción y oportunidad para continuar con paso firme hacia la autosuficiencia en gasolinas y diésel.
La vertiginosa recuperación de los mercados de los hidrocarburos ha dado la razón al cálculo geopolítico y a la decisión de iniciar esta obra de gran calado, encabezada y dirigida por la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle.
Hoy sería imposible construirla en el mismo tiempo y al mismo costo, por el conflicto bélico, el desabasto mundial y la inflación que ha elevado el costo del acero en más del 200% y el costo del transporte marítimo en más de 500%.
El proceso de construcción se dio en un tiempo récord de dos años, e incluyó desde el dragado del puerto, hasta la cimentación donde se utilizó concreto equivalente a 23 estadios Azteca y un volumen de acero similar al de 10 torres Eiffel.
En toda esta etapa se licitaron además 215 equipos críticos para 17 plantas de procesos químicos y 90 tanques de almacenamiento; el sistema de cogeneración; cuarto de control y las obras asociadas. Todo esto no hubiese sido posible sin los técnicos e ingenieros mexicanos a cargo del Project Manager de la obra que tiene un 72% de contenido nacional.
Este gran proyecto, más las obras del Corredor Transístmico y el Tren Maya, cumplen con la demanda histórica de desarrollar el sur-sureste de México.
De manera particular, con la ocupación de hasta 35 mil trabajadores diarios en la fase pico del proceso constructivo, Tabasco y el Sureste pasaron a ser los principales generadores de empleo en el país, ya que de forma indirecta influyeron en la generación de más de 230 mil empleos para las 32 entidades.
Como suma de todos estos esfuerzos, el titular de Pemex, Octavio Romero dio a conocer que la capacidad de refinación pasó de 519 mil barriles en 2018 a un millón 98 mil barriles en 2022. Y tan sólo a seis meses de haberse adquirido la refinería Deer Park, se ha recuperado más de la mitad de la inversión.
(Diputado Federal)
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