Escala Crítica
Élites políticas y redes de poder: Tabasco, López Obrador-González Pedrero, dos intentos
*Una exhaustiva investigación sobre el conflicto permanente
*En los recientes cincuenta años una transformación interrumpida
*La tardía alternancia partidista y accidentada democratización
“ÉLITES POLÍTICAS y redes de poder: la construcción de un bloque opositor en Tabasco (1973-2003)”, del investigador Juan Carlos Guzmán Ríos publicado a finales del 2018 y que tuve oportunidad de comentar en septiembre de aquel año. Posteriormente, junto al también catedrático Cirilo Antonio Guzmán, hablamos de la obra en un evento organizado por el Instituto de Capacitación Política de Morena-Tabasco. El miércoles de la semana pasada, a invitación del autor, nuevamente coincidimos Cirilo Antonio y un servidor en el foro de Gabolibros, con la presencia como anfitrión de Humberto Mayans Canabal.
Quisiera compartir con los amables lectores algunas de mis reflexiones en torno a una obra que me parece muy actual, sobre todo porque el protagonista de la construcción del bloque opositor al que hace referencia el título del libro es Andrés Manuel López Obrador, quien ahora desde la Presidencia de la República ha buscado integrar un bloque gobernante, un bloque de poder.
Estamos, como usted sabe, en los meses previos a la apertura formal del proceso del relevo presidencial. Aunque de manera informal comenzó hace varios meses. Por un lado está la selección de quien abanderará a Morena –y por lo tanto buscará suceder a López Obrador- en la Presidencia, y por otro la decisión para nueve gubernaturas en disputa el año próximo, incluyendo Tabasco. Sin ignorar, claro, la importancia de la futura composición del Poder Legislativo (diputados y senadores). Habrá también cambios en las alcaldías, pero estas por lo general se sujetan a un orden estatal y federal.
En el mismo proceso se encuentra la oposición, segmento que pretende integrar un frente encabezado por el PRI y PAN.
COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS
SUBRAYÉ en mi participación al comentar “Élites políticas…” que la actualidad de la obra no es sólo porque nos refiere al protagonista que desde Tabasco y casi desde cero construyó un movimiento que lo llevó a la Presidencia de la República. Apoyándose en una larga tradición opositora de izquierda en el país que tuvo su mayor expresión en el neocardenismo de finales de los ochentas en el Frente Democrático Nacional. Ocasión en la que coincidió la ruptura en el partido en el poder (el PRI), con el desprendimiento de la denominada Corriente Democrática.
La obra de Guzmán Ríos nos remite a otro valioso tabasqueño que, en estos últimos cincuenta años, también buscó romper el dominio de las élites. Me refiero a Enrique González Pedrero. Y esto ya es interpretación mía.
Observo que uno -González Pedrero-, buscó superar ese dominio de las élites a las que se refiere y documenta Guzmán Ríos, mediante un método y una definición social y cultural de su proyecto (producto de un debate, acción y reflexión de una generación intelectual vigorosa conocida como Medio Siglo); en tanto que otro, López Obrador, lo hizo de una manera eficaz, de forma pragmática y por la vía electoral.
Desde mi punto de vista, González Pedrero buscó una transición que permitiera a Tabasco de romper el dominio que las élites ligadas a la oligarquía tenían en el reparto del poder político y los recursos. Los términos “oligarquía” y “élites” son usados frecuentemente por López Obrador.
Una lectura posible del libro de Guzmán Ríos, con una revisión que se remonta a los tiempos del garridismo (Tomás Garrido 1919-1920 y 1923-1926), es ubicar el “autoritarismo en el ejercicio del poder”, sin perder de vista “el carácter oligárquico de los grupos”, que refleja “una cultura política que en no pocas ocasiones ha exacerbado el conflicto”, como señala el autor.
En todos estos años, pero particularmente a partir de los años ochenta, hemos visto la tensión de dos grandes fuerzas: aquella que buscan democratizar el ejercicio del poder, frente a un ciclo permanente de restauración oligárquica y antidemocrática.
LENTO PROCESO
TABASCO, referí en aquel foro, llegó tarde a la llamada alternancia partidista. No hay que olvidar que los primeros gobiernos surgidos de la oposición en la entidad aparecieron en 1991, como concejos municipales, lo mismo que los primeros diputados locales impulsados por el movimiento de López Obrador. En el país a finales de los setenta (Alcozauca, Guerrero, 1979) y principios de los años ochenta (Juchitán, Oaxaca, 1981) se instalaron los primeros gobiernos municipales de izquierda; como se sabe, la gubernatura fue cedida a un partido distinto al PRI en Tabasco hasta 2012 (PRD).
En la primera parte de su obra, Juan Carlos ofrece un interesante debate académico, una discusión de conceptos, sobre temas como las élites, poder político, redes sociales (no redes virtuales, aclaro), movimientos sociales, liderazgos.
En su obra también encontraremos valiosos testimonios de participantes, en uno y otro bando, en la difícil construcción de una sociedad más equitativa. El tema da para mucho más.
AL MARGEN
LA CONCENTRACIÓN en el Zócalo de la Ciudad de México el 18 de marzo no fue sorpresa. El ahora presidente López Obrador ha mostrado capacidad para movilizar simpatizantes desde que era opositor. Sus adversarios buscarán seguramente dar respuesta. La plaza pública se retoma como espacio para la contienda y obliga a un mayor activismo. (vmsamano@hotmail.com)