ESCALA CRÍTICA

Un consejo cercano al Presidente, pero también con representatividad

*La experiencia de los Consejos económicos y sociales en el mundo

*Empresarios, trabajadores, sociedad civil: consulta y colaboración

*Las inquietudes de Ricardo Monreal y el nerviosismo del dinero

Víctor M. Sámano Labastida

NO LLEGA lejos quien no oye consejos, dice el refrán popular. En España se suele decir: “Con un consejo y un duro, sale el hombre del apuro”. Es un hecho que escuchar recomendaciones, sugerencias, consultar decisiones, puede ser de gran utilidad; aunque no puede ser, tampoco, motivo para la inmovilidad. La semana pasada se anunció que el nuevo gobierno federal que asumirá el primero de diciembre tendrá la asesoría de ocho empresarios. Poco después se anunció que este grupo sería ampliado.

El sábado pasado publiqué en este espacio que el anuncio de la integración de ocho personajes al equipo de apoyo a Andrés Manuel López Obrador fue interpretado como un mensaje para tranquilizar a un sector muy susceptible y nervioso. En especial para atenuar la inquietud y reacciones ante la iniciativa presentada en el Senado por Ricardo Monreal contra las altas comisiones bancarias.

Publiqué: “Una pregunta obligada es por qué los empresarios Hank , Salinas Pliego, Vázquez Aldir, y Alemán Magnani, entre otros, integran el nuevo consejo asesor empresarial de López Obrador. Hay quienes ven en esta medida un mensaje para tranquilizar a un sector tan susceptible frente a discursos de los legisladores de Morena; sin duda que la medida hubiese sido menos polémica si –como en la España post franquista- se constituyera un Consejo Económico y Social. Creo que será el camino”.  (Escala Crítica/17/XI/2018)

LA OTRA CONSULTA

LA IDEA de un Consejo Económico y Social no es nueva. La planteó alguna vez Manuel Camacho Solís (+), e inclusive junto a Manuel Bartlett y Alejandro Encinas llevaron la iniciativa al Senado (28-XI-2013) con el siguiente argumento: “La ley establecerá los procedimientos para la participación de los distintos sectores sociales- con criterios de inclusión y equidad, y de acuerdo a sus especificidades- en el sistema nacional de planeación democrática, a través de diversos instrumentos como podrán ser: la consulta popular, los consejos consultivos y los consejos gestores, los presupuestos participativos, auditorías sociales, entre otros”.

Así, un Consejo Económico y Social, se crearía como ente “autónomo, plural y que tendrá entre sus atribuciones ser órgano de consulta obligada del Ejecutivo para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, programas sectoriales e iniciativas de ley del Ejecutivo en materia de desarrollo económico y social. Así como formular iniciativas de programas de desarrollo económico y social que las pondrá a consideración del Ejecutivo para su realización”.

Un antecedente importante es, como decía líneas arriba, aquel multicitado pacto de la España posfranquista, cuando grupos y partidos seriamente confrontados y lastimados por la dictadura convinieron en un acuerdo de gobernabilidad y democratización con los representantes de la monarquía, entre otros.

Uno de los instrumentos más avanzados para cuidar la estabilidad de la transición española fue la integración de Consejo Económico y Social (C.E.S. 1991), con 61 entre ellos representantes de organizaciones sindicales y empresariales, en sus dos terceras partes; con menor porcentaje, pero con voz y voto también fueron considerados los sectores agrario, marítimo-pesquero, consumidores y usuarios, de la economía social y expertos en materias a atender.

APRENDER DE OTROS

SIN PRETENDER ser exhaustivo, le comento que varios países y gobiernos regionales –inclusive municipales-, se han dotado de consejos intersectoriales. Es el caso, por ejemplo, de Chile, que cuenta con un Consejo Económico y Social Provincial de Chile, establecido como un órgano de asesoría y participación ciudadana a nivel provincial. Participa en temas “exclusivamente administrativos”, sin injerencia en materias del Gobierno Interior. Lo integran representantes de organizaciones laborales, empresariales y productivas, culturales, profesionales, entre otras.

En 2013, inició en Guatemala como “entidad autónoma”,  el Consejo Económico y Social que participa en la recomendación de acciones para la generación de empleo, aunque tiene atribuciones también para sugerir políticas en salud, desarrollo rural, educación.

En la Ciudad de México funciona –por lo menos formalmente- un CES establecido por decreto desde diciembre de 2009, integrado por 62 representantes de los sectores privado, social, público y académico. Lo encabeza como presidente honorario el titular de la Jefatura de Gobierno.

AL MARGEN

EN OCTUBRE pasado la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI), que agrupa a pequeños y medianos empresarios pidió públicamente a AMLO integrar un Consejo de Asesores Económicos para la Presidencia de la República. Pretendían la participación de las secretarías de Hacienda y Economía junto a representantes de la industria, comercio, turismo y ganadería, entre otros.

HAY TRES hipótesis sobre la conducta de Ricardo Monreal en el caso de las comisiones bancarias y otros anuncios que han sacudido el mercado. Uno, el menos factible, es un acuerdo con AMLO para medir las reacciones de los inversionistas; dos, una actitud democrática para demostrar la autonomía del Poder Legislativo –difícil de creer-; tres, un adelanto de la campaña del zacatecano en busca de la candidatura presidencial. Puede haber otras, claro, pero la competencia con Sheinbaum y Ebrard no está descartada.

INTERESANTES propuestas: el programa de la Memoria Histórica, que encabezará Beatriz Gutiérrez Müller; y la Secretaría de Turismo que se pretende crear en Tabasco. (vmsamano@hotmail.com)