ESCALA CRÍTICA

*Toman las calles en reclamo de políticas contra la violencia

*Crimen organizado, agresión de parejas, familiares, indiferencia

*Crece abucheo a gobernadores en actos de AMLO; pide calma

Víctor M. Sámano Labastida

LA INDIFERENCIA también asesina. ¿Qué cifra puede conmovernos? En México se tiene el registro de 45 mil personas desaparecidas y el reporte de un mil 100 fosas clandestinas, según reconoció el subsecretario de Gobernación, el histórico activista de izquierda Alejandro Encinas. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) estima que en 2017 en el mundo al menos 50,000 mujeres murieron a manos de parejas, exparejas o familiares.

En México, estiman organismos internacionales, cada día son asesinadas nueve mujeres; en el primer semestre de 2018, la investigadora María Salguero estimó en un mil 408 crímenes contra féminas a partir de los datos oficiales. Esto sin contar con las mujeres que mueren por negligencia médica o de las autoridades, o por sobreexplotación y marginación.

TENER CARGOS NO ES PODER

DURANTE la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el lunes se anunció que 400 millones de pesos serán destinados este años para la búsqueda de personas desaparecidas. Otro tanto tendría que hacerse para evitar que hombres y mujeres desaparezcan. Sobre todo estas últimas, contra quienes se ha cebado la violencia del crimen organizado y del crimen tolerado.

El pasado fin de semana, miles de mujeres salieron a las calles en la Ciudad de México para exigir una acción más firme y planificada de las autoridades contra la violencia de género. Pero no esperan sólo la respuesta oficial, también buscan  crear y tejer redes para protegerse de secuestros y agresiones. El detonador fue la violencia que sufren las usuarias del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), en la capital del país.

Marian Lira, activista del Colectivo Más Mujeres, lanzó la convocatoria por las redes de internet para “visibilizar la violencia contra las mujeres en la Ciudad de México”.

La periodista Lizbeth Hernández, directora de Kaja Negra, comentó: “Las autoridades siguen quedando a deber a las víctimas y a las mujeres porque no hay una perspectiva de género en las leyes, desde hace dos años hay alerta de género y las autoridades no tienen claro cómo se abordaran el tema o como se va a frenar este fenómeno”. Lamentablemente, muchos de los organismos surgidos para impulsar políticas de género se han convertido en espacio de cuotas políticas. La lucha por el poder fue convertida en la competencia por cargos públicos.

UN GRITO EN EL DESIERTO

EN LA MARCHA del sábado en la capital del país se escucharon voces también de las mujeres que buscan a sus hijos e hijas suyo paradero se desconoce; también en reclamo de justicia para quienes han sido víctimas de violación y secuestro.

En noviembre de 2018, el portal electrónico Cultura Colectiva destacó que de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Seguridad los estados más mortíferos para las mujeres: Edomex, con 70 asesinadas; Nuevo León, 58; Veracruz, 51; Guerrero, 43, y Chihuahua, 41. Por número de carpetas de investigación también se ubicaban Sinaloa, con 33; Ciudad de México, 32; Jalisco, Oaxaca y Tabasco, 22 cada uno, Puebla, San Luis Potosí y Sonora, con 19 cada uno.

En agosto de ese mismo año, el diario El Universal destacó que seis estados acumulaban el 40 por ciento de las agresiones de género mortales: Veracruz, Nuevo León, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua y Jalisco. En los cuatro primeros se había declarado la “alerta a de género”, protocolo que lamentablemente no resulta eficaz hasta ahora. Baja California Sur y Querétaro no tenían, hasta ese mes, ningún reporte de feminicidio.

La cifra de nueve asesinatos por día se deriva de una investigación realizada por la geofísica María Salguero, quien realiza desde 2016 un mapa georeferenciado de las víctimas. A partir de los reportes periodísticos, junto a información oficial, pudo observar que los feminicidios se incrementaron en donde opera el llamado “crimen organizado”: Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Colima y Guerrero.

Lo grave es que a pesar de los recursos y discursos en torno a las cuestiones de género, los reclamos de justicia siguen sin escucharse. Hay más mujeres en los cargos públicos, pero faltan políticas públicas para y con las mujeres.

¿PROTESTA O CAMPAÑA?

EN DICIEMBRE pasado, durante la presentación del Plan Nacional de Refinación, el entonces gobernador Arturo Núñez fue abucheado por un pequeño grupo de asistentes al evento encabezado por el presidente López Obrador en Paraíso, Tabasco. Sin embargo estas actitudes de rechazo o protesta se han incrementado. Lo más reciente fue lo sucedido en Minatitlán, Veracruz, donde la rechifla y los gritos de repulsa fueron nada menos que contra Cuitláhuac García, mandatario surgido de las filas de Morena y que apenas tiene dos meses en el cargo.

Tuvo que intervenir AMLO para pedirle a la gente que se calmara. Como los gritos no cesaban, el Presidente dijo: “¡Espérenme, escúchenme! Esto es pedagogía, esto es transmitir un conocimiento. Así como yo recojo los sentimientos de ustedes, también quiero que conozcan qué es lo que se está llevando a cabo, porque necesito que estén informados”.

Los abucheos contra gobernadores de otros partidos se han vuelto frecuentes. Le sucedió a los priistas Marco Antonio Mena, de Tlaxcala; a José Murat, de Oaxaca; Alejandro Tello, de Zacatecas y Héctor Astudillo, de Guerrero; también a Alejandro Moreno, de Campeche; Omar Fayad, de Hidalgo; Miguel Angel Riquelme, de Coahuila, Quirino Ordaz, de Sinaloa, y Alfredo del Mazo, de Edomex. Un tema que ya debe estar en la mesa de Audomaro Martínez. (vmsamano@hotmail.com).