ESCALA CRÍTICA

Tabasco, tiene que ser modelo del cambio; presencia en sur sureste y Centroamérica

*No basta la promesa del petróleo; se requiere diversificar: Adán

*Anuncia AMLO un plan de desarrollo elaborado con la Cepal

*Necesario atender rezagos y detonar un programa propio

TABASCO deberá ser el eje regional del desarrollo sur-sureste, afirmó ayer el gobernador Adán Augusto López, durante la toma de protesta de la Mesa Directiva estatal de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) 2019-2020. No es sólo la declaración de un propósito sino que es, sin duda, lo que se espera en el país. Siendo esta entidad tierra de origen del presidente López Obrador, tiene todas las condiciones –y exigencias- para convertirse en el estado modelo de la llamada Cuarta Transformación.

Es cierto que antes debe atender los rezagos dejados por anteriores administraciones y también producto de las propias circunstancias del modelo estatal de crecimiento (que no desarrollo) aplicado en los últimos 30 años; sin contar con los otros modelos nacionales (centralista primero, neoliberal después) con severos impactos en la sociedad y la economía. Un esquema basado en la economía extractiva y que por lustros pospuso el aprovechamiento de la renta petrolera de manera productiva. Sumemos a esto que en 2008 se aplicó una fórmula fiscal contraria a los intereses locales y de beneficio para las entidades más pobladas.

Teniendo a López Obrador en la Presidencia, con un Congreso de la Unión mayoritariamente controlado por Morena y un gobernador del mismo partido, al igual que la asamblea legislativa estatal hegemónica, sería posible establecer las bases para una “tabasqueñización” del país; pero una tabasqueñización que respondiera al nuevo modelo y no al de la petrolización que ha imperado.

MONUMENTOS Y TACHES

EXPUSO López Hernández: “No es nada más que aspiremos a consolidarnos como la capital energética del país, sino también seguramente vamos a recuperar ese rol preponderante, como ciudad de servicios”. Claro que debe competir con Yucatán y Campeche, pero tiene la ventaja de su ubicación y sus recursos.

Ante los representantes de la CANACO tabasqueña y su dirigente reelecto Miguel Ángel de la Fuente, el gobernador estatal reiteró que “vamos a impulsar otras ramas de la economía, para que no (solo) descansemos en la actividad petrolera”. Inclusive, bromeó, “los comerciantes y los empresarios de Tabasco merecen que les hagamos un monumento en las entradas de Tabasco, porque han estado sosteniendo verdaderamente al estado en épocas difíciles”.

Hay, es cierto, empresarios que arriesgan su capital en la entidad y se sostienen a pesar de las crisis; como también los hay quienes ven a la entidad como objeto de ordeña, no reinvierten ganancias y sólo extraen riquezas. Los que importan e interesan a la comunidad son los primeros. Como sabemos en tiempos recientes, particularmente los micoempresarios, han tenido que padecer la falta de liquidez oficial, al mismo tiempo que la recesión de la economía local; dos sexenios van que concluyen y los pequeños y medianos inversionistas locales han quedado expuestos a las quiebras.

La idea de impulsar un bloque de desarrollo en el sureste me parece que está implícita en la convicción de López Obrador respecto al mal trato que ha recibido históricamente la región. De hecho, ayer adelantó el Presidente que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que encabeza la mexicana Alicia Bárcena, colaboró con su gobierno para definir un plan de desarrollo del sureste y que será presentado en unos diez días.

BAJO LOS REFLECTORES

EL OBJETIVO de este plan regional sería dejar atrás el proyecto militarista de la “Iniciativa Mérida” que impulsó  el gobierno de Estados Unidos en su combate a las drogas y por el control de la región, para dar paso a una “cooperación para el desarrollo”. Ya con anterioridad AMLO había anunciado un acuerdo con los gobiernos centroamericanos que permitiría crear empleos, disminuir la migración y frenar la violencia delictiva. Se prevé una inversión inicial de 10 mil millones de dólares en la zona: un 50 por ciento en territorio mexicano y el resto en Centroamérica. Seguramente estados como Chiapas, Tabasco y Campeche –inclusive Veracruz y Oaxaca-, competirán con proyectos.

A mediados de abril, AMLO se reunió con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y el presidente de la Cámara de Comercio de ese país, Thomas Donohue. Ahí, se dijo, empresarios mexicanos firmaron un acuerdo para el desarrollo de los estados del sureste.

Resulta ya un lugar común, pero no por eso menos cierto, que Tabasco tendrá un trato especial; pero también una mayor exigencia. Ha dicho López Obrador que acudirá frecuentemente a la entidad para constatar los avances. Existe un elemento estratégico –el petróleo-, como también histórico y emocional: “Aquí empezamos la lucha, visitando poblados, rancherías, desde hace muchos años. Pero ya ven que no fue en vano toda la lucha, el sufrimiento de muchos que desde aquel entonces decidimos lograr un cambio verdadero, una transformación”, recordó en Cárdenas, en febrero pasado.

Añadió: “Vamos a transformar al país, vamos a llevar a cabo entre todos, desde abajo. Un verdadero cambio, una transformación. (…) Voy a seguir visitando Tabasco, porque vamos a seguir evaluando todos estos programas, que sean hechos no palabras; que entre todos vayamos viendo cómo van a ir mejorando las cosas”.

AL MARGEN

Y tienen que mejorar, porque Tabasco está en los reflectores nacionales.

(vmsamano@hotmail.com)