* Encuesta Latinus: Sheinbaum, 80% a favor, 15% rechaza y 5% no sabe

* Morena: 71% percepción positiva, 13% rechazo, 16% sin opinión  

* Encrucijada de oposición: PAN 50% y PRI 67% de rechazo; MC 16% 

ELEMENTO SORPRENDENTE de las mediciones públicas sobre gestión y aprobación gubernamental es la popularidad tan alta de la presidenta Claudia Sheinbaum: 83% de aceptación en promedio (Oraculus, compiladora de encuestas, 31/3/2025).

Lo más interesante del dato es que se presenta con gestión gubernamental delicada. Los primeros 6 meses de Sheinbaum son el comienzo más difícil de cualquier gobierno que se recuerde en el México moderno, por presiones externas (Donald Trump recargado) y problemáticas internas: combate a la inseguridad, elección judicial, casos de corrupción denunciados por el mismo gobierno (INFONAVIT, Segalmex, empresas farmacéuticas vinculadas al sector salud) y desapariciones forzadas que generan polémica en la ONU.

En esas condiciones, la aprobación de 83% -no la tuvo ni AMLO en el mismo periodo- debe meditarse desde varios ángulos, incluyendo la relación gobierno-oposición y Morena4T-partidos opositores.                  

Veamos los resultados demoscópicos que arroja la firma Latinus, que se opone frontalmente al proyecto 4T y que asume una crítica sistemática al nuevo régimen. No hay sospecha, pues, de “cuchareo”; así que resulta buen termómetro de las percepciones ciudadanas sobre el segundo piso de la 4T.     

¿LATINUS, SI LE ATINUS?

LA ENCUESTA NACIONAL Latinus, sobre gestión gubernamental y partidos políticos, presentó resultados en la primera semana de abril. Dirigió el ejercicio Lorena Becerra, antes coordinadora de encuestas del Diario Reforma. El estudio se realizó en 2 mil 500 viviendas, con 3.8% margen de error.

Alta confiabilidad metodológica, diríase. Apuntó Becerra: “A la presidenta Sheinbaum no le fue bien: le fue increíble. Su aprobación está en 80%, por arriba de su antecesor AMLO. Los opositores alcanzan 15% de la población, es decir, no pesan; el 5% restante no sabe o no contestó”.   

¿Cómo explicar ese resultado apabullante, en tiempos de difícil gestión de gobierno? Becerra plantea que “quizás la población se envuelve en la bandera y por nacionalismo se coloca del lado de su Presidenta, ante los ataques de Donald Trump”.

Se trata de un criterio político que define un dato técnico a favor de Sheinbaum. Por otro lado, “el estilo personal de gobernar” de Sheinbaum, más incluyente, contrasta con la estrategia de polarizar de AMLO.

De tal forma que “segmentos enteros de la población hoy la acogen, en lugar de rechazarla”. Y más allá de las diferencias de estilo con su antecesor, que las hay, un punto a subrayar es la percepción ciudadana que respalda la continuidad gubernamental 4T.

Aquí tiene que ver, también, la ausencia de un proyecto político opositor con altura de miras y trabajo de terracería. La oposición sigue en el limbo político/social/cultural, y ya es el séptimo año de gobierno 4T. A ver a qué horas se activan.     

Morena tiene preferencia efectiva de 55% y 71% de percepción positiva, mientras su rechazo no rebasa el 13%. Números menores a los de Sheinbaum, lo que permite visualizar que el partido hegemónico tiene trabajo por hacer, pues el ciudadano observa divisiones y contradicciones que no le agradan.    

De todos modos, Morena tiene identificación partidista que supera por entre 5 y 7% a quienes responden en la encuesta Latinus como “ciudadanos independientes, sin partido”. Este fenómeno no se veía desde de la hegemonía en declive del PRI en los años 90s. 

OPOSICIÓN EN EL ALAMBRE

¿CÓMO LE VA a la oposición en la encuesta de Latinus? Sorprende que el Partido Acción Nacional (PAN) se coloca por debajo de Movimiento Ciudadano (MC). Considerado después de la elección presidencial como el principal partido opositor, el blanquiazul tiene 50% de negativos y 26% de positivos.

MC genera apenas 16% de rechazo; el PRI tiene 67% de percepción negativa, así que, por cada 10 electores potenciales, 7 nunca votarían por el partido que dirige Alejandro Moreno. En términos electorales, se ha comprobado por ejemplo que la alianza PRIAN resulta mezcla ideológica incoherente. A ojos ciudadanos, es alianza contra natura. 

Viendo los números de oposición frente a los números de Sheinbaum y Morena, se percibe que buena parte del electorado no encuentra una alternativa opositora que aspire al gobierno con posibilidad real. ¿Es porque la oposición enfrenta a un régimen y no a un partido?

Lo mismo pudo decirse de Morena cuando era oposición, y así pudo sortear las trampas del viejo régimen. ¿Cómo lo hizo Morena? Con liderazgo persistente (AMLO), trabajo de base y lenta construcción de credibilidad y viabilidad como opción política. ¿La oposición actual está lista para un trabajo similar?

Los posicionamientos frente a la reforma al Poder Judicial fueron un reflejo significativo de lo que la oposición quiere y no quiere hacer: se percibe oportunismo para igualar éticas partidistas (‘todos somos iguales’) y componendas por debajo del agua para influir en las instituciones que todavía pueden ser contrapesos: reuniones de presidentes de partido con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia. Ése no es el camino para repuntar en las percepciones ciudadanas. Hay que ir a las bases.                          

(vmsamano@hotmail.com)