Escala Crítica
24/05/2025
Cinismo, de todos tan querido y temido: cultura política, república y democracia
* Si somos demócratas, por qué no preguntar al pueblo: Sheinbaum
*¿Cinismo del pensamiento? El antídoto, volver a pensar: Sloterdijk
* Ética de resistencia: más allá del cinismo como práctica: Morin
EL CINISMO se multiplica, aunque es tóxico para la vida política. Y para la vida en general. Definamos el cinismo: "actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación". Hay palabras y actitudes que caracterizan el cinismo, diferentes de la hipocresía que se oculta. El cinismo se exhibe: desvergüenza ante palabras y actos propios reprobables. Intentar hacer pasar como virtudes los vicios, o acomodar los juicios a conveniencia.
Pueden realizarse ejercicios de identificación de personalidades cínicas en la política. Hay ejemplares notorios.
SOMOS O SEMOS
"SI SOMOS DEMÓCRATAS, ¿por qué tenemos miedo de preguntarle al pueblo?", sostuvo la presidenta Claudia Sheinbaum a propósito de temas cruciales como la elección judicial, uso de recursos estratégicos (agua, litio, petróleo, gas) y la explotación de minas a cielo abierto en territorio nacional (14/05/2025). Con dedicatoria a militantes indecisos, sugirió "no hacer las cosas que los otros hacían", porque "de eso trata el segundo piso de la 4T: no hay que repetir errores". Estas ideas apuntan a la democracia participativa y es positivo que la consulta ciudadana tenga rango constitucional. Estamos en el aprendizaje.
Mientras tanto, organizaciones ciudadanas de nuevo cuño llaman a "no votar en la elección judicial" (desplegado en El Universal, 16/5/2025). Se ha dicho en otras ocasiones que la democracia formal (elecciones libres con voto secreto en las urnas) no alcanza para transformar un país. Es factor indispensable, pero no único. Politólogos apuntan que deben activarse resortes comunitarios para fortalecer la democracia formal. Se necesita reflexión intensa para refinar criterios y propiciar que los ciudadanos puedan escuchar y ser escuchados. Informarse y decidir. La reflexión individual y colectiva, junto con el funcionamiento democrático del país, son antídotos contra el cinismo político que se percibe antes de la primera elección judicial definida por voto ciudadano.
MEDIOS CONTRA FINES
EL CINISMO SE VALE de cualquier medio. De ahí su descuido para llegar a los fines: la desvergüenza es mediadora deficiente. En otra ocasión, reseñamos al pensador alemán Peter Sloterdijk que publicó "Crítica de la razón cínica" (1983), donde cuestionó el pensamiento impregnado de cinismo. Sloterdijk cuestionó el cinismo militar, político, sexual, médico, religioso y científico. El cinismo político moderno, plantea Sloterdijk, incluye "mentira, error e ideología", lo que emparenta a nuestro tiempo con otras épocas, aunque tenemos tecnología más sofisticada. Lo que antes se decía en el café, ahora circula en redes virtuales con repercusiones impredecibles.
Lo peligroso de la época moderna, para Sloterdijk, es el siguiente rasgo: "el convencimiento de que no importan contradicciones, violencias soterradas y descalificaciones con insultos para lograr objetivos. Se asumen como daños colaterales. El resultado, no importa cómo, es el comodín de la política moderna". El fin justifica los medios. Dicho de otra manera: viva la razón cínica.
CINISMO Y ÉTICA
"NINGUNA CAPACIDAD de pensamiento logra mantener el paso
con lo problemático; de ahí la auto-renuncia de la crítica. En la indolencia frente a todo problema hay un último presentimiento de lo que sería estar a la altura del mismo." No se trata, aclara Sloterdijk, de justificar el cinismo porque hagamos lo que hagamos todo está perdido. Se vislumbra la impotencia moderna ante problemas enormes. Pero esto no significa cruzarse de brazos: "Dado que todo se hizo problemático, también todo, de alguna manera, da lo mismo. Y este es el rastro que hay que seguir. Pues conduce allí donde se puede hablar de cinismo y de razón cínica".
Cuando ´todo da lo mismo´, aparece el cinismo discursivo. Ejemplo: si el poder judicial permanecía intocable en México, quizás la comentocracia diría: ¿y por qué no se hace algo? Bueno, se hizo mucho (reforma que incluye cargos judiciales vía voto ciudadano) y la comentocracia descalifica de antemano la reforma y la elección judicial. Cinismo mediático ganador. Tampoco hay que cerrar los ojos ante quienes aprovechando las lagunas legales violan los principios éticos: violan la ley...para llegar a aplicar la ley.
MIRAR SIN INGENUIDAD
LOS ANTÍDOTOS contra el cinismo político implican responsabilidad ciudadana: mirar sin ingenuidad. El cinismo se nutre de la ingenuidad social que existe por ignorancia, inercia cultural o conformismo. Para no ser ingenuos, se necesita información. También, la voluntad de hacer lo correcto en la vida cotidiana. "Ningún cinismo puede superar a la vida", escribió Antón Chéjov. Desde ángulo ético, Walter Benjamín (1928) cuestionó la objetividad aparente del quehacer humano. Siempre existe sesgo: "la ingenuidad de la mirada libre es mentira, cuando no expresión totalmente simple de una incompetencia declarada". El cínico quiere hacer pasar su mirada por mirada realista.
Edgar Morín (1993) exploró un camino personal para enfrentar el cinismo: "Resistir, resistir primero a nosotros mismos, nuestra indiferencia y nuestra falta de atención, nuestro cansancio y nuestro desaliento, nuestros malos impulsos y mezquinas obsesiones". Hay que empezar por uno mismo.
( vmsamano@hotmail.com)
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