Estabilidad monetaria y gobierno: el peso, a 19.40 por dólar; inexplicable para opositores

CON EL PESO a 19.40 por dólar y dirigiéndose a su mejor cotización en el siglo XXI

* Signos de salud financiera, en medio de la resaca posCOVID-19      

* Historias del viejo régimen; penurias del peso, con o sin tres ceros       

* Falacia macro y pobreza micro: reticencia de la inversión nacional         

CON EL PESO a 19.40 por dólar y dirigiéndose a su mejor cotización en el siglo XXI, es preciso preguntarse los porqués de la salud financiera de México en tiempos de pospandemia. Por la estabilidad financiera del país, que sorprende a propios y extraños, el futuro inmediato de la economía nacional es promisorio. Situación extraña, puesto que se acerca el fin de sexenio y la tradición del año de Hidalgo (para no dejar algo), junto con la sucesión presidencial como ‘gastadera’, apuntaban a crisis segura. Los ciclos sexenales con inicio de jauja y final desastroso eran parte del paisaje nacional. 

Parece que son otros tiempos. El periodista Jorge Zepeda Paterson, entrevistado por René Delgado (El Financiero Bloomberg, 17/12/2022) sostuvo que “la inversión extranjera fluye en México en grandes cifras porque los empresarios de otros países no miran las mañaneras, que por cierto son discurso mediático para consumo interno”. 

En opinión de JZP, “los inversionistas extranjeros miran los números macro de México sin deuda gubernamental excesiva, observan estabilidad del peso y disciplina en el gasto; así se sienten con la tranquilidad y seguridad de emprender negocios en nuestro país”. No es un logro menor para un gobierno de izquierda en América Latina.       

MÁS ALLÁ DEL DISCURSO

ZEPEDA Paterson apuntó una hipótesis muy interesante sobre el estilo de gobierno de López Obrador: “el discurso mediático polarizador y de cara a sus bases populares, convive con acciones moderadas de gobierno. AMLO es muy responsable, casi conservador, en el manejo financiero de la cuenta pública”.     

A reserva de explorar esta hipótesis en otro momento –porque se afirma que los programas sociales “gastan” el recurso- , lo cierto es que hay signos positivos en la economía mexicana, luego de 4 años de gobierno: 1) estabilidad monetaria, en la que pocos especialistas creían, dada la frecuencia con que los gobiernos de izquierda en América Latina se endeudan y provocan alta inflación, que aquí se mantiene en los promedios mundiales de 8%; 2) inversión extranjera que dobla los montos de otros sexenios, además de diversificarse, pues China, Corea, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón y Francia tienen inversiones significativas; 3) los precios internacionales del petróleo al alza, mientras Pemex liquida deuda y sortea pagos de corto plazo; 4) “refinanciamiento de la deuda pública federal, que baja su monto en veinte por ciento, renegociamos intereses a la baja y ofrecemos tranquilidad gubernamental por lo menos hasta 2026”, palabras del Presidente López Obrador (4/01/2023); 5) récord de remesas que envían trabajadores mexicanos desde Estados Unidos: 58 mil 400 millones de dólares en 2021 y un monto ligeramente mayor se espera al cerrar números de 2022.

Todo lo anterior se refleja en el siguiente dato: desde 2019, el peso mexicano es la moneda que a nivel mundial ha tenido mayor estabilidad y menor depreciación frente al dólar.

¿Cómo le fue al peso en los tiempos del viejo régimen? La comparación es pertinente y hay historias documentadas.   

AVENIDA DEVALUACIÓN, ESQUINA CON INFLACIÓN               

SIEMPRE CON CIFRAS de INEGI y Banxico, la historia documentada del peso es la siguiente: al final del sexenio de Lázaro Cárdenas (1940), el peso se cotizaba a 4.85 por dólar, con una inflación del 40% y una devaluación de 34.72%; la modernidad mexicana comenzó con la valiente decisión de expropiar los recursos petroleros nacionales a las compañías extranjeras que tenían contratos de explotación desde la época de Porfirio Díaz.                

Al final del sexenio de Manuel Ávila Camacho (1946), el peso se mantuvo a 4.85 por dólar, aunque la inflación se disparó a 126.19%; un pacto entre Cárdenas y Ávila Camacho mantuvo la estabilidad del peso frente al dólar; con Miguel Alemán Valdés en su año final (1952), el peso se cotizó a 8.65 por dólar, con una devaluación del 78.35% y una inflación de 75.77%; con Adolfo Ruiz Cortines el peso se elevó en dos años de 8.65 a 12.50, la inflación fue de 44.51%.

Luego vino un período de 23 años (1954-1975) sin devaluaciones, con el peso a 12.50 por dólar: el “milagro mexicano”, con crecimiento promedio del 6% anual. Sin embargo, la estabilidad monetaria no garantizaba frenar la inflación, que fue de 41.96% con Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), 14.85% con Adolfo López Mateos (1958-1964) y 16.67% con Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970); la paridad a 12.50 se convirtió en un mito central de la economía mexicana. Esto cambió el 31 de agosto de 1976, un día antes del último informe presidencial de Luis Echeverría Álvarez: el peso llegó a cotizarse a 15.38 por dólar, una devaluación de 22.88% y una inflación de 126.06%.

Desde ahí, en verdadero tobogán (1982-2018) el peso no frenó su depreciación y la inflación se proyectó al infinito, pulverizando el salario mínimo. Hasta ahora, con el gobierno de AMLO y la 4T, se construyen historias distintas, aunque las quejas de empresarios nacionales es que ‘no hay facilidades’. Curioso: no dicen lo mismo inversionistas extranjeros. Ya lo vimos. Que digan los locales, por lo menos, que la izquierda mexicana en el gobierno sabe hacer cuentas. Seguramente tendrán otra percepción…y otros datos.

(vmsamano@hotmail.com)