ESTADOS UNIDOS, NACIMIENTO Y CRECIMIENTO

Y a partir de 1804 los Estados Unidos se dedicaron a consolidar el  inmenso territorio de la Luisiana y crear nuevos Estados a partir de los 13 fundadores más Maine y Vermont adquiridos. Ya habían salido al Golfo de México, y por la torpeza española la Gran Florida había quedado aislada, situación que aprovecharon los gringos para invadir militarmente la Florida occidental, los actuales Estados de Misisipi y Alabama.

Botaron a los españoles a Pansacola, entonces capital de Florida y ofrecieron una indemnización de tres millones de dólares, que la Corona española acepto indignamente, pero que nunca le pagaron. Tras el conformismo hispano, invadieron la Florida oriental, persiguieron y exterminaron a los nativos semínolas y a los españoles los expulsaron  a La Habana. Decían que eran una raza híbrida inferior diferente a la civilización de la raza anglosajona.

Del cadente Virreinato de Nueva España (México) dependían las Filipinas y se extendía hasta Alaska. Varias veces salieron columnas de México para botar a los rusos que intentaban invadir Alaska, donde hasta ahora existen poblaciones con nombres castellanos.

En el colmo de la mendicidad, la Corona española nombra Embajador a Luis de Onis que la Casa Blanca se niega a recibir, y para ser reconocido, este nefasto personaje firma el fatídico Tratado Adams-Onis (Tratado de amistad,  arreglo de diferencias y límites entre su Majestad Católica y los Estados Unidos de América) firmado en 1819 y casi inmediatamente ratificado por ambas partes.

España reconoce la pérdida de la Florida y absurdamente acepta  como límite la Alta California, perdiendo el Gran Oregón que se reparten Estados Unidos , que ahora ya tiene salida  al Pacífico, e Inglaterra.

Ya en el  México independiente, el 12 de enero de 1828 se firma en los mismos términos  el primer Tratado de Límites   firmando por Estados Unidos el embajador Joel Robert Poinsett y por México Sebastián Camacho e Ignacio Esteva, tratado ratificado por el Senado Norteamericano el 5 de abril de 1832, pero Estados Unidos  no tardaría en deshonrar su firma, su palabra, cuando apenas cuatro años después, en 1836, armó el conflicto de Texas, pues su ambición no tenía límites y quería más y más.

El error grave se cometió cando a partir de 1823 se autorizó la entrada de colonos que en 1830 llegaban a 7,500 triplicando el número de españoles , criollos y mestizos,  a los que llamaban “spaniards o greasers”, sucios, por su piel morena y por freír con manteca de cerdo.