Estrés hídrico en el norte, y en el sureste no se valora el agua

Pareciera que esto sucede sólo en los estados del norte

Cuando el vital líquido nos hace falta comienza un verdadero calvario en la familia. Se culpan unos a otros porque ninguno pensó en llenar los tanques. Miden fuerzas y entra en medio el enojo. A esta situación se le conoce como estrés hídrico. 

Pareciera que esto sucede sólo en los estados del norte, donde la gente tiene que esperar hasta una semana para contar con el agua. No existe un solo rastro de ella. Las pipas son escasas y la que hay desafortunadamente está en una mala situación.

El estrés hídrico, puntualizó Fernando González Villareal, coordinador técnico de la Red del Agua UNAM, se refiere a que la demanda de agua crece y se aproxima o en ocasiones sobrepasa los niveles de disponibilidad natural del recurso;  a medida que eso sucede, empieza a haber conflictos entre los usuarios.

En México se tienen alrededor de 4 000 metros cúbicos de agua por persona, lo que supondría que las condiciones son buenas; sin embargo, más de la mitad del país posee niveles muy bajos del recurso y en otros estados hay más agua de la que se necesita, lo cual provoca inundaciones, Tabasco es uno de ellos.

El calentamiento global juega un papel importante en el estrés hídrico, ya que se dan alteraciones en el clima, tales como variaciones en las lluvias, la temperatura, y el aumento de sequías; escasez de agua en algunas partes, e inundaciones en otras. El uso responsable del agua es un factor que ayudará a reducir este problema.

Las entidades con estrés hídrico alto o extremadamente alto son las siguientes: Baja California Sur, Guanajuato, Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México, Querétaro, Hidalgo, Chihuahua, Zacatecas, Sonora, Sinaloa y Nuevo León. Además Morelos, Jalisco, Tamaulipas, Colima, Tlaxcala, Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla y Durango.

"No hay razón para seguir en pausa. Necesitamos volver al origen e invertir en la naturaleza”, aseveró Ana Gabriela Morales, gerente de Gestión Hídrica y Resilencia Urbana del WRI, en un artículo. Así como se destina inversión en infraestructura gris, como presas, bordos, acueductos, plantas potabilizadoras o de tratamiento residual, la especialista también sugiere impulsar la infraestructura verde, como puede ser un bosque u otros elementos naturales.

La lluvia puede ayudar a este país a enfrentar la crisis hídrica proyectada por los expertos a partir de 2030, mientras que actualmente origina inundaciones, deslaves y acaba generalmente en el desagüe.

La captación de las precipitaciones reduce la necesidad de obtener o importar agua de fuentes convencionales, permite crear el abastecimiento en un punto exacto y no depende del sistema tradicional.

Sin embargo, la sequía se ensaña este año con México, especialmente con la capital, cuya fuente principal –el sistema de presas Lerma–Cutzamala, situado en el vecino estado de México–, se encuentra por debajo de la mitad de su capacidad.

Quizás todavía en el Sur no le estamos dando la importancia al agua, porque la tenemos en abundancia. Pero no esperemos a vivir como en el norte, donde este líquido es sinónimo de lucha.

PARÉNTESIS

A lo largo de la Temporada de Ciclones 2021, en México se esperan más de 29 fenómenos meteorológicos, informó la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros. Precisó que se espera la formación de 15 a 20 fenómenos con nombre en el Océano Atlántico, de los cuales, entre 2 y 8 podrían ser tormentas tropicales. Recordemos la difícil temporada del año pasado; no hay que confiarnos.  (kundera_w@hotmail.com)