Eviten especulaciones: Se cuentan las piernas y se dividen por dos

Eviten especulaciones: Se cuentan las piernas y se dividen por dos

Con los cierres de campaña se afinan los lápices para contar los asistentes a los mitines y nadie me hace caso. Ya he sugerido, una y mil veces, la mejor manera de saber cuántos manifestantes acudieron a las marchas, que es la de contar todas las piernas y luego dividirlas por dos. No falla. Pero los organizadores de las campañas prefieren enmarañarse en quien es el que la tiene más grande, la manifestación, la marcha o como quieran llamar a ese acto de fe que consiste en demostrar que apoyas a tu líder acudiendo a su convocatoria para que el candidato, generosamente, te obsequie con un tentempié y con algo de dinero por las molestias. Eso es ser educado y no entiendo porque de forma insultante se dice que los invitados a esa fiesta democrática son “acarreados”. Nadie los acarrea, que ellos y ellas van con sana alegría. Además, en esas concentraciones, casi religiosas, te llenan el espíritu y te aseguran que el mundo, como lo conocemos hasta ahora, va a cambiar completamente cuando el candidato sea electo porque como superhéroe que es sabe cómo cambiarlo. Y desaparecerá la pobreza… ¿qué digo pobreza? Acabará con la miseria…, al menos en Tabasco, y los ríos serán de leche y los árboles darán miel además de innumerables frutos. Cuando yo era chico, allá por el Antiguo Testamento, también se temía que este mundo fuera amenazado por otros mundos habitados por hombres halcones, simios rojos, emperatrices malévolas y otras especies que habían sido amamantadas por la ubre infinita de la Vía Láctea y tenían muy mala leche. Los tebeos de entonces fueron unos precursores de Ray Bradbury. Sus héroes, como los que nos ocupan, pretendían salvar el universo, siempre amenazado por extraños, ya que el enemigo es por definición uno que viene de afuera. Alguien al que llamamos “el otro”, ya que no de los nuestros, que por cierto no sabemos quiénes son. Lo cierto es que en el tramo final de la campaña los detectives están haciendo su mejor negocio del año, porque todos los días nos desayunamos con presuntos fraudes, estafas y otras lindezas que supuestamente han cometido varios de los candidatos. No sabemos si faltan detectives o sobran delincuentes, pero ambos linajes se nutren de presuntos. Se indaga la conducta de algunos empresarios aparentemente decentes que, en connivencia con políticos pretenden incorporarse a las filas de los saqueadores si ganan los suyos. ¿Nos gusta que nos engañen o preferimos ser engañados por gente conocida? Entre calé y calé no cabe la remanguillé y no hay gitana que le eche la buenaventura a otra gitana sin poder aguantar la risa. En MORENA, con Adán, buscan fundar un nuevo orden político, que es algo que ya sabíamos todos, pero que está adquiriendo nuevas proporciones. El PRI tabasqueño tiene en Gina Trujillo una candidata limpia, sin tacha, y por eso no se la puede señalar de los errores de su partido. Y el PRD trae lo que trae a cuestas con Gaudiano. Pero el desguace del régimen viene a más, mientras el verano viene y se va para no volver hasta el año que viene. Los que creemos que el tiempo es circular le reprochamos que nos maree. Se ha convertido en un tiovivo manipulado por los feriantes, que siempre hablan de la feria según les va en ella.